Las subidas de cinco y tres euros de la cebada y el trigo marcan la sesión del 12 de marzo de la Lonja de Barcelona donde también repunta el girasol y el maíz.
Ascenso de la cebada y el trigo
La cebada nacional gana 5 euros en la Lonja de Barcelona hasta alcanzar los 208 euros por tonelada.
Al alza se muestran también los trigos forrajeros nacionales con un incremento de 3 euros hasta los 216 euros.
Incremento de un euro del maíz de importación llegando a los 196 euros, mientras que el CE repunta, en la Lonja de Barcelona, dos euros hasta los 210.
Esa tendencia alcista de los cereales en la sesión del 12 de marzo de la Lonja de Barcelona lo rompe el centeno que pierde 8 euros para pasar a cotizar a 190 euros por tonelada.
Incremento del precio del girasol y la colza
Por lo que se refiere al girasol, subida de cinco euros del girasol que se colocan a 380 euros por tonelada, mientras que la colza sube 3 euros para marcar un precio de 313 euros por tonelada.
Soja
El grano de soja nacional sube 4 euros hasta los 448 euros por tonelada, mientras que el de importación vive un ascenso de tres euros para pasar a cotizar a 443 €.
El aceite de soja sube 36 euros por tonelada llegando a los 980 euros por tonelada, mientras que los salvados caen 12 euros para situarse a 198 euros.
Forrajes
La pulpa de remolacha se mantiene en los 220 euros por tonelada, y lo mismo se puede decir de los guisantes que repiten a 298 euros.
Lonja de Barcelona
La Lonja de Cereales de Barcelona, como institución, desempeña un papel crucial en el sector agrario, particularmente en el ámbito del mercado de cereales. Esta importancia se manifiesta a través de varias dimensiones, incluyendo la regulación de precios, la transparencia en el mercado, y el fomento de la competitividad y la sostenibilidad.
Uno de los aspectos más destacados de la Lonja de Cereales de Barcelona es su papel en la determinación de precios. Al proporcionar un mecanismo para la fijación de precios de cereales basado en la oferta y la demanda, ayuda a estabilizar el mercado. Esto es especialmente relevante para los agricultores, quienes necesitan predecir con cierta seguridad los ingresos que obtendrán por sus cosechas. Al tener una referencia clara de precios, pueden tomar decisiones más informadas sobre cuándo vender sus productos, cuánto almacenar y qué cultivos son más rentables de producir.
Además, la Lonja contribuye significativamente a la transparencia del mercado. Al publicar regularmente los precios y las tendencias del mercado, todos los participantes, desde agricultores hasta distribuidores y consumidores, tienen acceso a información crítica que les permite tomar decisiones basadas en datos actuales y precisos. Esta transparencia es fundamental para prevenir prácticas desleales y asegurar que el valor de los productos agrícolas se determine de manera justa.
La competitividad es otro beneficio derivado de la existencia de la Lonja de Cereales de Barcelona. Al promover un entorno donde la información es accesible para todos, se fomenta una competencia saludable entre productores. Esto puede incentivar la innovación y la adopción de mejores prácticas agrícolas, ya que los agricultores buscan mejorar la calidad de sus productos y reducir sus costos de producción para mantenerse competitivos en el mercado.
Por último, la Lonja también juega un papel en la promoción de la sostenibilidad dentro del sector agrario. Al proveer datos sobre las preferencias del mercado y las tendencias en el consumo de cereales, los agricultores pueden adaptar sus prácticas de cultivo para ser más sostenibles. Por ejemplo, pueden optar por variedades de cultivos que sean más resistentes a enfermedades o que requieran menos recursos hídricos, respondiendo así no solo a las demandas del mercado sino también a la necesidad de una agricultura más respetuosa con el medio ambiente.
En resumen, la Lonja de Cereales de Barcelona es una piedra angular en el sector agrario, ya que facilita un comercio justo y eficiente de cereales. Su papel en la estabilización de precios, la promoción de la transparencia del mercado, el fomento de la competitividad y la sostenibilidad son esenciales para el desarrollo de una agricultura moderna, resiliente y capaz de enfrentar los retos del futuro.
