Las condiciones meteorológicas de los últimos meses han condicionado considerablemente la campaña del garbanzo amparado bajo de la Indicación Geográfica Protegida de Fuentesaúco. Tal es así, que el Director Técnico de la IGP del Garbanzo, Nicolás Armenteros, ha confirmado a Agronews Castilla y León que este año “la producción va a ser corta, baja y nada aceptable”.
Desde el Consejo Regulador de la IGP, en estos momentos, se está llevando a cabo la inspección de algunas de las parcelas de la zona de La Guareña y las primeras estimaciones de los técnicos, según Armenteros, “no nos indican datos buenos y se debe fundamentalmente a que llevamos dos meses y medio complicados debido a la ola de calor, lo que va a provocar una merma considerable del cultivo”.
Hay que recordar que el cultivo del garbanzo se siembra en el mes de marzo y se comienza a recoger a partir de la segunda semana de agosto aunque “es previsible que esta campaña debido a la ola de calor se adelante considerablemente la cosecha”, ha asegurado Nicolás Armenteros.
La última campaña del garbanzo en la Indicación Geográfica Protegida, que fue la del año 2014 dio una rentabilidad de 753 kilogramos por hectárea, se sembraron alrededor de 454 hectáreas de 44 productores de la comarca de La Guareña.
Este año, según indican todas las previsiones “las parcelas nos están ofreciendo unas cifras muy inferiores debido a que no se llegará, en algunas de ellas, a una producción alta, como mucho 500 kilos por hectárea e incluso parcelas que tan solo se puedan recoger más de 200 kilos/hra” ha asegurado Armenteros.
Aunque cabe la posibilidad, según el Director Técnico de la IGP, de que “haya algunas parcelas que todavía tengan algo más de producción. Lo que si tenemos claro es que será inviable llegar a las cifras de producción del año pasado porque no hay base, no hay grano”. Incluso Armenteros ha reconocido a Agronews Castilla y León que “puede ser incluso algo peor cuando se coseche el garbanzo porque la ola de calor afectó con alguna enfermedad a la vaina y puede que nos encontremos muchas vacias”.
En esta campaña hay 500 hectáreas sembradas lo que supone un ligero incremento del 10 por ciento con respecto al año pasado debido según ha reconocido Armenteros “a la subvención que ofrece la Diputación de Zamora y a la nueva PAC”. En cuanto al número de productores este año ha aumentado hasta los 60.
Los productores del Consejo Regulador utilizan ya desde hace dos años semilla certificada cien por cien, una decisión controvertida que ha costado trasladar a los cultivadores pero que ahora está dando buenos resultados.
Con respecto a la comercialización de los garbanzos de la IGP de esta campaña hay que señalar que la escasa producción da la posibilidad de “tenerlos prácticamente todos vendidos”.
