La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba ha valorado positivamente que el borrador de propuesta de reducción de módulos que van a proponer al Ministerio recoja las demandas planteadas por esta organización agraria como consecuencia de por un lado, de la climatología, como altas temperaturas y sequía durante todo el año, así como por las adversidades climatológicas (temporales, vientos, granizo) e incendios que se produjeron en el año 2015.
De este modo, la propuesta recoge pasar del módulo actual de 0,26% a 0,20% en el olivar de almazara; de 0,37% a 0,28% en algodón; de 0,26% a 0,13% en los cítricos y de 0,26% de aplicación al 0,13% en los cereales igualmente. Asimismo, las leguminosas también se plantea reducción del 0,26% al 0,13% y en la ganadería la propuesta es una bajada del 50%, mientras que en el vacuno y caprino de leche, la disminución que se propone es del 0,26% a 0,10%.
En este sentido, desde Asaja Córdoba se solicitó una rebaja fiscal para los agricultores y ganaderos debido a la climatología del último año, ya que “la sequía, la falta de lluvias y el excesivo calor de los meses de mayo y junio afectó de manera importante a la mayoría de las producciones de la provincia”, especialmente a la floración de cultivos como el olivar y a los cítricos, así como a los cereales antes de su recolección o a la falta de pasto para el ganado.
De este modo, la organización agraria pidió a la Junta de Andalucía que hiciera las gestiones oportunas para una reducción de impuestos, proporcional a los daños, con el Ministerio de Hacienda, a quien también se ha realizado esta petición por parte de la patronal.
Y es que, por ejemplo, en los cereales y leguminosas la falta de lluvias en primavera y el fuerte golpe de calor de mayo impidieron el normal desarrollo de los cultivos. El resultado fue una disminución media del 27% de los cereales de las campiñas en comparación con la campaña pasada. Igualmente, en el girasol, el rendimiento disminuyó un 48%.
Asimismo, en el olivar, la complicada climatología de 2015, con temperaturas máximas históricas en periodos fenológicos para la aceituna, unida al déficit de precipitaciones, tanto en la primavera como en el otoño-invierno, hicieron que la cosecha en la provincia fuera mucho menor a la que se esperaba. Las altas temperaturas en verano, junto a la escasez de lluvias en otoño, provocaron que, como media, la producción disminuyera un 30% respecto a lo que se esperaba porque el estado del olivar a final de año fue de total agotamiento hídrico.
Cítricos, algodón y ganadería
En los cítricos, la producción se ha visto mermada también como consecuencia de las altas temperaturas en la primavera y en la fruta de hueso la mayoría se ha visto afectada, tanto por el veto ruso como por las temperaturas extremas de los meses de mayo y junio.
En cuanto a la viña, las temperaturas extremas provocaron que los frutos se secaran y afectaran a la maduración y el grado. Esto provocó un aumento de costes de cosecha y una disminución de producción de un 12% en la uva blanca; y de un 20% en la tinta.
Por otro lado, en la provincia, la disminución del rendimiento de algodón fue genérica debido a su menor peso y a zonas afectadas por plaga, lo que hizo que el rendimiento para la provincia bajara de los 2.700 kg. del año anterior a los 2.300 kg.
Asimismo, en la ganadería sólo hubo alimento para el ganado unos tres meses en todo el año 2015 y la situación es muy grave en vacuno de leche y bovino-ovino-caprino de carne porque la mayor parte del año los ganaderos vendieron muy por debajo de costes.
Por último, respecto a los productos forestales, en el piñón, la climatología del año influyó “de forma nefasta en la fructificación de pino piñonero”, lo que ha supuesto que en fincas que habitualmente se aprovecha la piña, este año ni siquiera han salido las cuadrillas a recolectar, por lo que hay muchos casos de producción mínima e incluso nula.
