100 accidentes menos en la agricultura y ganadería de Castilla y León

Hasta el mes de marzo de 2013, y según los datos ofrecidos por la Junta de Castilla y León en su web http://www.trabajoyprevencion.jcyl.es/ se han producido en el sector agrario de esta región 243 accidentes leves y 6 graves, lo que supone una reducción en más de 100 con respecto al mismo periodo de 2012.

A nivel provincial es Valladolid con 41 accidentes leves y uno grave, entendiendo por éstos aquellas lesiones que comprometen la integridad física del trabajador y le impide por sus propios medios acudir al centro médico, seguida de Salamanca 40 leves y uno grave o Burgos con 35 leves y uno grave. Por su parte, es el León donde se han producido más accidentes graves con dos.

El sector agrario siempre ha presentado una especial idiosincrasia al hablar de los accidentes laborales, cuenta con riesgos peculiares, la organización del trabajo es distinta, coexisten asalariados y trabajadores por cuenta propia, la existencia de distintas campañas provoca cambios muy importantes en las distintas labores, de tal forma que un trabajador está obligado a conocer muchas técnicas, manejar distintas maquinarias y equipos…

Disociaciones entre estadística y realidad

Además, en las estadísticas que se adjuntan da la sensación de que se trata de un sector relativamente seguro aunque no faltan las noticias que hablan de accidentes durante las labores especialmente en momentos muy concretos como recogidas, siembras… Siempre se ha señalado que la condición de autónomos de muchos de los agricultores y ganaderos que trabajan, en general en las explotaciones agrarias y, por ende, en las de Castilla y León, provoca importantes disociaciones entre estadísticas y casos ocurridos, ya que por las características de sus prestaciones no invita a declarar las lesiones profesionales.

A pesar de los múltiples esfuerzos realizados para prevenir accidentes en la agricultura, el día a día pone en evidencia que queda mucho por hacer, especialmente se trata de seguir trabajando para convencer y sensibilizar a los agricultores y a los ganaderos de los riesgos reales de accidentes y enfermedades profesionales que tiene su labor en las explotaciones.