Ayer 23 de diciembre, el Gobierno ruso anunciaba que iba a establecer limitaciones a las exportaciones de cereales. Esta medida que a nivel de suministros no provoca especiales problemas al estar el mercado bien servido de este tipo de producciones, la respuesta en las cotizaciones ha sido prácticamente inmediata con importantes subidas en los mercados europeos.
La caída del rublo hace que las exportaciones sean muy rentables para los agricultores pero ha provocado una fuerte subida de los precios del trigo en Rusia, lo que ha provocado, entre otras cosas que se anuncie una posible subida del 10% en el precio del pan.
Rusia ha exportado desde julio 21 millones de toneladas, sobre un potencial total anual de 28 millones, o frente a los 25,2 millones de toneladas en la última campaña. Las cotizaciones del trigo ya habían subido más del 4% la semana pasada en el mercado de materias primas de Chicago, ya que los operadores temían esta medida que ahora se anuncia.
Para distintos expertos, las restricciones podrían por tanto crear una carencia de 6 a 7 millones de toneladas de trigo en el mercado mundial, y solamente de 4 a 5 millones si Rusia sigue exportando hacia Turquía y Egipto, principal importador mundial. Las autoridades rusas habían descartado la semana pasada la hipótesis de un embargo total, medida aplicada en 2010 tras una sequía que provocó una mala cosecha.
Los propios agricultores rusos han criticado esta medida por entender que podría provocar una merma de las siguientes siembras.
Fuente: FAO
