Ante desafíos que vive el mundo del vino como la sequía, Castilla La Mancha ha decidido flexibilizar la normativa vitivinícola.
A través de dos resoluciones cruciales, se busca flexibilizar la normativa vigente en el sector vitivinícola, con el objetivo de facilitar las actividades y la planificación a largo plazo de los agricultores.
Vino: Ampliación de la Validez de las Autorizaciones de Plantación
Publicada el 30 de noviembre de 2023, la primera resolución se centra en delimitar las zonas afectadas por la sequía, teniendo un impacto directo sobre los requisitos del sector vitivinícola. La resolución extiende por 12 meses la validez de las autorizaciones de plantación que expirarían en 2023. Esta medida es un alivio para 2.280 viticultores, abarcando una superficie de 2.215 hectáreas.
Esta extensión es crucial, ya que la adversidad meteorológica ha impedido a muchos viticultores realizar las labores de primavera, como la preparación del suelo y la plantación de nuevas vides. Con esta flexibilización, los viticultores cuyas autorizaciones expiraban este año y no pudieron utilizarlas, no perderán su oportunidad de cultivar.
Flexibilización en la Utilización de Planta Injertada
La segunda resolución, fechada el 1 de noviembre de 2023, aborda la utilización de planta injertada con material estándar para la campaña de plantación 2023/2024. Hasta ahora, las normativas exigían que las plantaciones de viñedo acogidas a la ayuda de reestructuración se realizaran con planta certificada. Sin embargo, dada la escasez de esta categoría de planta para algunas variedades de vid, se ha flexibilizado esta exigencia.
Las variedades como albillo dorado, albillo real, garnacha peluda, malvasía, moravia dulce y tinto velasco, podrán ser plantadas usando planta de categoría estándar. Esto no solo amplía las opciones para los viticultores sino que también facilita la planificación de las plantaciones para la primavera de 2024.
Estas resoluciones del Gobierno regional de Castilla-La Mancha son un claro ejemplo de adaptación y apoyo gubernamental al mundo del vino ante los retos actuales que enfrenta el sector agrícola, especialmente el vitivinícola. Al flexibilizar las normativas y extender la validez de las autorizaciones de plantación, se brinda un respaldo esencial a los viticultores para superar los desafíos planteados por la sequía y otros fenómenos meteorológicos adversos. Estas medidas no solo salvaguardan la viabilidad económica de los agricultores afectados, sino que también aseguran la continuidad de la industria del vino vital para la región.
