Unió de Pagesos pide a las administraciones que reparen los caminos y otras infraestructuras dañadas por el gran volumen de lluvia que cayó ayer, 15 de noviembre, en Cataluña, sobre todo en las comarcas de El Montsià y el Baix Ebre, en plena cosecha de aceitunas y clementinas, y al Barcelona, afectada por los daños en huerta. En otras zonas, los agricultores tardarán varias semanas a sembrar cereales por las inundaciones en los campos.
Los municipios de Mas de Barberans, Santa Bárbara, Godall, La Galera y Ulldecona (Tarragona) y Roquetes (Baix Ebre) han sufrido daños importados en caminos e inundaciones en varias fincas. En cuanto a los cultivos, los daños en la parte más baja de los árboles podría afectar la cosecha.
El Barcelona ha sido una de las comarcas más afectadas. Las rieras de Canyars, en Gavà, y de San Clemente, en Viladecans, llegaron al máximo de su capacidad a primera hora de la tarde, sin sobresalir, excepto en algunos puntos donde la estructura tiene algunas deficiencias, pero los campos van quedar totalmente inundados, y esta mañana todavía había zonas con bastante agua. La valoración de las pérdidas en los cultivos aún no se puede hacer, aunque pueden llegar a ser importantes para la acumulación de lluvias de los últimos meses ha hecho que las plantas estén muy saturadas. En esta zona, los cultivos más afectados son las acelgas, las zanahorias, las espinacas, los calçots, la lechuga, la col, la col, coliflor y el apio.
Al término del Papiol se rompió el Torrent de Batzacs y se inundó el Plan de Colomer. Esta mañana todavía entraba agua del torrente en los campos. También ha afectado huerta. En Sant Joan Despí, Santa Coloma de Cervelló, Sant Boi de Llobregat y El Prat de Llobregat, también afectadas, las alcachofas comienzan a sufrir saturación y enfermedades fúngicas por la acumulación de lluvias de los últimos meses.
En Rubí y Castellbisbal (Barcelona) se retrasará la siembra del cereal por las altas precipitaciones, que sobrepasaron los 150 mm.
En algunas comarcas de montaña y de la Cataluña Central el aguacero no ha hecho daños a la producción, pero el exceso de lluvia hará retrasar la siembra de cereales, lo que perjudicará la producción final. En Osona aún quedan muchas hectáreas pendientes de ensilar el maíz y el sorgo, y con la situación actual será muy difícil porque los campos están inundados.
Al Camp de Tarragona, aunque no hay daños importantes a los cultivos, también supondrá una dificultad entrar en los campos para recoger las últimas aceitunas.
