Un viaje en imágenes: Aperos de ayer, recuerdos de hoy

Agronews Castilla y León

26 de marzo de 2016

En plena Semana Santa son muchos quienes por morriña o por ganas de desconectar, ponen rumbo a sus pueblos para descansar, para comer rodeado de naturaleza, de tradición, de lo de siempre, de lo reconfortante que resulta el volver a los orígenes, el recuperar lo perdido.

El vallisoletano Monasterio de la Santa Espina acoge desde hace 12 años el Centro de Interpretación de la Vida Rural, si bien la idea se puso en marcha hace casi cuarto de siglo, momento en el que arrancó la asociación «Aperos de Ayer»: “ A finales de 1991 nos constituimos como asociación cultural, pero no fue hasta el año siguiente cuando comenzamos con la recogida de aperos de manera formal” explica Jesús Carrión, actual presidente de la organización.

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«Entonces tirábamos de coche, así que hicimos cientos de viajes para trasladar lo que nos donaban»

Jesús recorre cada paso del museo con una mirada especial, con una sonrisa imborrable, él mismo lo dice, es su válvula de escape. Y no, no se le escapa ni un detalle de cada uno de los 10.000 objetos con los que cuentan en la actualidad y que comenzaron a almacenarse en pleno año de las Olimpiadas de Barcelona: “El entonces tesorero, Juvencio Velázquez se dedicó a recorrer los pueblos de Castilla y León para hablar con los labradores y conseguir que donasen aquellos útiles de antaño que ya no usaban. Tirábamos de coche, así que imagina los viajes que nos hicimos” comenta entre risas.

Más de 150 arados diferentes, rudimentarios tractores, maquinaria para recoger remolacha… cada uno de los rincones de este centro tiene un aroma a nostalgia de lo que en un momento fueron los tan retratados, escritos -y trabajados- campos de Castilla. Todo donado de forma altruista; de lo más reciente, una casa entera con su comedor, habitación y baño incluido. A tamaño real. Todo un viaje al pasado.

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Los problemas de ahora: la falta de ayudas

Y se habla del pasado no solo en lo visual, en lo meramente visitable, sino también -y por desgracia-, en la vida actual que tiene el centro: “Antes se realizaban muchas actividades, visitas de escuelas, ahora, desde que se acabó el convenio con la Junta, todo es más difícil, me da pena verlo así”. ¿Y como es así? Lleno de cientos de juguetes de antaño, de cocinas bilbaínas, de planchas de vapor o moldes para hacer queso pero vacío de vida, de gente que quiera visitarlo y volver a su infancia o enseñársela a las nuevas generaciones: “Antes teníamos una chica que enseñaba el centro y otra persona que se dedicaba a catalogar lo que nos llegaba, ahora no podemos” comenta serio Carrión.

Lo cierto es que a Jesús no le duelen prendas en ser crítico con este asunto. Si bien el Convenio que se firmó en 2003 con la Consejería de Agricultura por diez años fue eficaz para acondicionar, electrificar y pavimentar las instalaciones. Este presupuesto, cifrado en unos 500.000 euros, se acabó hace cuatro años y desde entonces, denuncian el desentendimiento de la administración. Tan solo mantuvieron los 9.000 euros para la realización del Curso anual de Restauración con la Escuela de Conservación de Bienes Culturales de Valladolid, pero el pasado año ni siquiera recibieron esa partida y se tuvo que aplazar, después de haberse dado hasta en treinta ocasiones.

«Es difícil mantener todo ésto sin apoyo público»

Como resultado, un sobreesfuerzo de la Asociación que mantiene a una persona para las tareas básicas pero con un sueldo reducido en un 50% en los últimos años: “Es difícil mantener el nivel de actividades sin este apoyo de la Consejería”, que según estiman estaría en unos 15.000 euros y 10.000 para mantenimiento. Ya le han hecho la correspondiente petición a la actual Consejera Milagros Marcos, quien, según aseguran, ha manifestado su voluntad de hacerlo viable en esta legislatura.

Su deseo: que sea nombrado Museo de Agricultura de Castilla y León

Ese dinero servirá no solo para aumentar cursos y jornadas temáticas sino también para el desinfectado de las piezas, que, dada su antigüedad, tiene que ser más cuidadoso y pulcro para evitar que se estropeen. La financiación privada también es bienvenida pero Carrión es consciente de que en estos tiempos donde cada céntimo se mira, es un reto complicado de lograr.

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En esta fotogalería de la visita realizada por Agronews se puede disfrutar de algunas de las partes más curiosas del Museo, que continúa abierto. Pero todo lo que puedan transmitir estas imágenes es poco comparado con los sentidos que despierta una vez se entra por la puerta. Es un viaje a los oficios perdidos o transformados, a lo conocido o una lección para quien no sabe de la vida rural de entonces, los útiles con los que entonces se sacaba cada producción en cada campaña del campo o en definitiva, esa rutina añorada -aunque dura- donde lo simple, lo cotidiano y lo cercano se convierte hoy, en un mundo de distancias, en toda una lección de lo esencial, de eso que no se debería perder: La sencillez.



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