La cosecha de trigo de Francia, que no se puede olvidar es el principal productor de la Unión Europea, ha resultado incluso superior a las previsiones iniciales del Gobierno en buena parte como consecuencia de una menor afectación por la ola de calor.
La producción final ha alcanzado los 40,8 millones de toneladas según los datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura galo lo que supone 600.000 toneladas más que las anunciadas en el mes anterior.
Las buenas condiciones del invierno que fue «suave y cálido» a lo que se sumó una primavera soleada provocaron esta situación que no se vió tan afectada por el calor ya que los episodios de temperaturas más altas se vivieron cuando el grano ya había alcanzado su desarrollo más importante.
El récord anterior para la producción de trigo francés era 38.2 millones de toneladas, establecido en 1998.
El incremento de la cosecha en el que se suman factores como el incremento de la superficie o la mejora de los rendimientos ha provocado un problema para los silos de grano francesas, que tienen dificultades para almacenar la cosecha.
Silos en Rouen y Dunkerque están actualmente cerrados a nuevas entregas, lo que ha contribuido a impulsar los precios del trigo al contado a la baja.
