[[{«fid»:»6785″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:800,»width»:600,»style»:»width: 300px; height: 400px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 6px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]En este ocasión no ha sido a través de las organizaciones agrarias, ha sido twitter el que nos ha permitido conocer lo vivido por Jaime, un ganadero de la localidad abulense de Aldea del Rey Niño, tras ver como dos de sus teneros sufrían un ataque de lobo. Las fotos que él mismo nos ha remitido son suficientemente claras de la situación que viven quienes se dedican a esta actividad.
«Indefensión» es la palabra que escribía Jaime en su último «tuit» y es la que para nosotros, para los que hacemos posible todos los días Agronews, define lo que viven estos ganaderos. En este caso ha sido en la finca Guterreño pero hechos muy similares se repiten en múltiples explotaciones, quedando sólo recurrir al seguro, aquellos que lo tengan que no son muchos, o iniciar una reclamación patrimonial que, por el conducto reglamentario que se decía antes son 6/7 meses…con gastos de papeleos…que hace que, en muchos casos, los afectados desistan.
La convivencia de lobo y ganadero ha sido posible durante miles de años, y ahora creemos, desde Agronews, que puede seguir igual, demonizar al lobo, por supuesto, no es el sistema…pero dejar a los ganaderos en la más absoluta «indefensión» que decía Jaime, tampoco. Todas las partes deben sentarse, hablar, y buscar una solución que satisfaga a todos que, seguro, que es posible. Es tan complicado crear un fondo de compensación de daños al que recurran los ganaderos, si el porcentaje de animales afectados por los daños de lobos es tan pequeño como dice la Administración, el coste tiene que ser mínimo. Y, controlar, el censo de lobos es tan difícil, mantener una población, no una superpoblación, no parece tarea imposible en el siglo XXI.
Sin estridencias, con trabajo de todos, sin extremismos…que no conducen a nada, esta circunstancia se puede solucionar para evitar tener que leer a un ganadero que lo que más le preocupa es la indefensión en la que vive.
