Siempre teniendo en cuenta los primeros datos ofrecidos por Eurostat, el COPA – COGECA asegura que la renta agraria europea, en 2018, se ha reducido en un 2,3% al pasar de los 187.944 millones de euros a los 183.703 actuales.
Desde la entidad que agrupa a las organizaciones y las cooperativas agrarias, se responsabiliza a la sequía de esta situación, aunque se destaca que hay realidades muy diferentes señalando la caída del 43% en Dinamarca pasando de 3.170 millones de euros a 1.834 o el incremento del 25% de Eslovenia donde se ha subido desde los 439,2 millones a los 553,3 actuales.
Destacar la reducción del 14,8% que se vive en Alemania al bajar de los 20.882 millones de euros de 2017 a los 17.793 que se registran en la actualidad.
Ascensos viven tanto Francia como Italia, del 8,7% en el caso de los galos donde suben desde los 28.778 millones de euros anteriores a los 29.885 millones de € registrados por Eurostat en la actualidad. En Italia el ascenso es del 1,2% dede los 31.867 millones de euros a los 32.268 cuantificados ahora.
Por lo que se refire a España, aunque ya se conocen los datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura (https://www.agronewscastillayleon.com/la-renta-agraria-crece-un-34-en-2018-hasta-los-29955-millones-de-euros), Eurostat destaca ese incremento del 3,4% hasta los 29.885 millones.
Este bajo rendimiento esta vinculado a las condiciones climáticas extremas que enfrentan varios Estados miembros, de las sequías excepcionalmente graves en el norte de Europa a las inundaciones a mediados de octubre en el sur de Europa. Al comentar estas cifras, Pekka Pesonen, el Copa-Cogeca, secretario general, dijo “Las estadísticas están empezando a reflejar las consecuencias de los episodios de sequía y las inundaciones en las granjas. Esto es tanto más preocupante, ya que ya sabemos que será impactado los ingresos de los agricultores para el 2019. De hecho, las siembras en muchas regiones de Europa se han visto perjudicados por tales condiciones climáticas extremas. Es fundamental que nosotros y nuestros gobiernos extraigan lecciones de esta crisis. Los Estados miembros deben ahora aplicar plenamente todas las herramientas de gestión de riesgos a su disposición. Por su parte, la Comisión Europea debería anticipar mejor y tener una actuación más rápida “.
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