Grupos ecologistas zamoranos denuncian la “constante “ mortalidad de la fauna en los canales de riego

María José Salvador

31 de enero de 2024

ecologistas

Distintos Grupos ecologistas zamoranos han denunciado la “constante “ mortalidad de la fauna en los canales de riego.

 “Ecologistas Zamora” y “Zamora Viva” han denunciado que desde hace algún tiempo vecinos de la zona están viendo como debido a la antigüedad de las instalaciones de los canales de riego en Toro, que están gestionadas por la Confederación Hidrográfica del Duero, y la ausencia de rampas de escape y vallados están convirtiendo estas infraestructuras en “trampas mortales para decenas de vertebrados y suponen un riesgo para la ciudadanía”.

Tal es así que desde hace algunos días, varios ciudadanos “han alertado de la aparición de un jabalí vivo al que le resulta imposible escapar del canal Toro-Zamora a su paso por la primera localidad. Algunos testigos han informado al 112, a la Consejería de Medio Ambiente y a la CHD para alertar de esta situación y buscar la colaboración de las instituciones para rescatar al jabalí. Otros vecinos de Toro, a la espera de una solución satisfactoria, han aportado alimento para evitar la muerte por inanición del animal. Pero tras cuatro días el animal sigue en la zona en la misma situación”, han señalado desde estas organizaciones.

Quejas de los grupos ecologistas

Este nuevo episodio, denunciado por estas agrupaciones ecologistas, pone de relieve una grave problemática enquistada desde hace años en la zona. “De hecho, cada temporada, son numerosos los jabalíes, corzos, zorros, tejones y algún perro que caen al interior de los dos canales de riego que atraviesan la zona. Unos mueren ahogados tras ser arrastrados por la corriente.

Cuando estas infraestructuras están vacías de agua, ocurre que algunos jabalíes fallecen por inanición tras permanecer semanas sin poder sortear las altas paredes. Además, en el intento de superar los muros del canal, las pezuñas de estos ungulados resbalan constantemente, lo que genera con frecuencia graves daños y heridas”. Al carecer de estructuras de escape para la fauna, estos canales de riego están generando -desde hace décadas- una constante mortalidad y fragmentación del hábitat para muchos de los mamíferos presentes en la zona.

Falta de medidas correctoras en los canales

“Tanto el canal de Toro-Zamora (con unos 60 km de longitud), como el canal de San José (con 51 km), son infraestructuras construidas antes de 1965 y están obsoletas en lo referente a medidas correctoras para la fauna”, afirman. Su revestimiento de hormigón y las diferentes secciones de estas infraestructuras limitan o incluso, imposibilitan, el escape de muchos animales. Además, la ausencia de vallados perimetrales, favorece el acceso de la fauna al propio canal.

En esta situación, las dos organizaciones ecologistas exigen “la necesidad de adoptar medidas correctoras para evitar la mortalidad de fauna”. Por ello, van a solicitar información a las comunidades de Regantes del canal Toro-Zamora y del canal de San José, a la CHD, así como al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Además, estos grupos ecologistas están estudiando medidas legales para buscar responsabilidades de un grave problema que se solucionaría con la instalación de rampas, materiales adherentes y zonas de escape en los laterales o en los sifones de estos canales. Desde estos colectivos aseguran que “esta situación no supone un hecho aislado y representa una problemática que genera la mortalidad de miles de vertebrados de decenas de especies en nuestro país y que ha sido visibilizada por diferentes organizaciones ambientales y colectivos sociales”.

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 “Ecologistas Zamora” y “Zamora Viva” han denunciado que desde hace algún tiempo vecinos de la zona están viendo como debido a la antigüedad de las instalaciones de los canales de riego en Toro, que están gestionadas por la Confederación Hidrográfica del Duero, y la ausencia de rampas de escape y vallados están convirtiendo estas infraestructuras en “trampas mortales para decenas de vertebrados y suponen un riesgo para la ciudadanía”.


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