«Cortocircuito», buscando el impulso de los mercados alimentarios locales

Agronews Castilla y León

22 de octubre de 2013

La campaña “Cortocircuito” lanzada por VSF Justicia Alimentaria Global tiene como objetivo impulsar los mercados alimentarios locales llamando a la implicación de las administraciones públicas como impulsoras de los mercados alimentarios locales, por una alimentación sana, por la revitalización de las áreas rurales, por la protección del medioambiente y la biodiversidad, y por la promoción de un sistema alimentario justo.

La campaña está basada en las conclusiones de la investigación publicada por VSF “Compra pública en sistemas alimentarios globales. Impactos sociales, ambientales y económicos”. La publicación pone sobre la mesa las limitaciones del sistema agroalimentario actual, el funcionamiento y la normativa que rige la restauración colectiva en el estado español y el enorme potencial de los mercados alimentarios locales en términos económicos, sociales, culturales y ambientales. La campaña propone la incorporación de criterios de justicia alimentaria en la compra pública alimentaria y pone a disposición de las administraciones públicas una detallada guía para su aplicación.

VSF considera que la compra alimentaria de las administraciones públicas puede y debe funcionar como impulsor de los mercados alimentarios locales y que tiene un enorme potencial para hacerlo no sólo mediante su acción legislativa y presupuestaria sino también como consumidores o compradores de alimentos.

Las administraciones públicas destinan entre 2.000 y 3.000 millones de euros a las compras alimentarias (colegios, hospitales, centros penitenciarios, bancos de alimentos)

EL MODELO AGROINDUSTRIAL ACTUAL, UN SISTEMA ALIMENTARIO INJUSTO

La transformación de la agricultura a través de procesos de industrialización ha conducido a la privatización y concentración en pocas manos de las vigas maestras de la alimentación: las semillas, la tierra y el agua.

El modelo de producción industrial de alimentos que nació con la Revolución Verde en EEUU se basa en tres premisas clave: mantener las semillas y animales bajo control privado, el uso de agroquímicos derivados del petróleo y la mecanización del trabajo. Este modelo se ha ido expandiendo a escala global a la par que el mercado alimentario que se ha convertido en un mercado “mundial” lo que implica que la cantidad de alimentos exportados e importados sea tan alarmante como incoherente:

  • Los alimentos que más viajan son los cereales y los piensos, el café y las especias, los pescados y mariscos y las frutas y las legumbres: todos han recorrido más de 5.000 kilómetros antes de ser consumidos.
  • En el estado español cada día se importan 330.000 kg de carne de pollo y se exporta 205.000 kg de carne de pollo.
  • El comercio internacional de alimentos ha aumentado un 184 %, mientras que la producción de alimentos solo creció el 84 %, lo que significa que los alimentos viajan más y a mayores distancias.
  • Entre el 40 y el 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial se deben directamente al sistema alimentario industrial.
  • Las 10 empresas más grandes del mundo controlan más de la mitad del mercado planetario de semillas comerciales.
  • 4 Empresas controlan más del 80 % del mercado de cereales básicos.

IMPACTOS EN LAS POBLACIONES PRODUCTORAS DE ALIMENTOS El salmón, la soja, las gambas, el plátano o la perca son algunos de los productos más paradigmáticos que nos ayudan a entender el impacto que tiene el sistema alimentario industrial y globalizado en los países productores de los que llamamos “alimentos kilométricos” aquellos que son producidos muy lejos de donde se consumen.

La inmensa mayoría de esos países forman parte del denominado “Sur global” y uno de los mitos más extendidos consiste en decir que el mercado internacional de alimentos es un buen motor de desarrollo para las sociedades rurales de estos países empobrecidos. Suele argumentarse que el mercado internacional de alimentos es una herramienta fundamental para la eliminación del hambre, la subnutrición, la pobreza y la desigualdad. La realidad evidenciada por numerosos estudios, sin embargo, pone en entredicho todas y cada una de estas afirmaciones. En general, la orientación de la agricultura, ganadería y/o pesca a la exportación no es la solución, sino una de las principales causas de los problemas sociales y ambientales que afectan a las poblaciones rurales.

LA CLAVE: COMPRA PÚBLICA DE PROXIMIDAD

¿Sabemos de dónde proceden y qué implicaciones sociales y económicas tiene la producción de los alimentos que se sirven en los servicios públicos de restauración colectiva? ¿En manos de quienes están los menús que se sirven en la mayor parte de colegios y hospitales?

El consumo de alimentos kilométricos de primero, la expansión de las empresas de catering de segundo, y el abandono de las cocinas de postre son los platos del menú que caracterizan el estado de la restauración colectiva en el estado español.

Grandes corporaciones transnacionales del catering han encontrado un nuevo mercado donde expandirse. La restauración colectiva y social ha experimentado un rápido proceso de concentración empresarial y actualmente un muy reducido número de empresas controlan el sector. Actualmente sólo dos empresas, Serunión y EurestCompass en el estado español controlan una de cada cuatro comidas servidas en hospitales y escuelas. Los servicios de catering llegaron a las escuelas en los años noventa para dar respuesta a las exigencias de control de salubridad en los comedores. Ahora, pocos colegios tienen cocina, de manera que los centros están prácticamente obligados a recurrir a estas empresas. La mayoría de caterings ofrecen menús de línea caliente, es decir, que se cocinan por la mañana y se envasan en recipientes isotérmicos para mantenerlos a una temperatura de 65 grados.

Las administraciones públicas destinan entre 2.000 y 3.000 millones de euros a las compras alimentarias (colegios, hospitales, centros penitenciarios, bancos de alimentos). La compra pública tiene una gran capacidad para orientar los mercados hacia un modelo económico más justo y sostenible, debido al gran poder de compra de las administraciones públicas, aproximadamente un

17 % del PIB en el ámbito europeo (13 % en el estado español). Las administraciones y los poderes públicos pueden, y deben, tener un rol determinante para impulsar estos mercados alimentarios locales y no únicamente con acción legislativa y presupuestaria sino como consumidores o “compradores” de alimentos.

Algunos datos:

En 10 años se ha duplicado el grado de externalización del servicio de restauración colectiva, actualmente el índice de concesión es del 65% del total, y estas cifras no paran de crecer.

El número de comidas servidas a través de catering aumentó en el Estado español desde las 376 millones al año en 2006 hasta las 427 millones de 2011.

La empresa Serunión cocina una media de 240.000 menús diarios que distribuye en 1.900 centros.

CATAPULTAR LOS SISTEMAS ALIMENTARIOS LOCALES
La puesta en marcha y dinamización de sistemas alimentarios locales supondría la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, una menor demanda energética, una menor contaminación y una mayor protección frente a la alarmante pérdida de biodiversidad agrícola y de espacios agroambientales.
  • El consumo energético del sistema alimentario industrial es hasta 5 veces mayor que el basado en la producción local y ecológica.
  • Según la Comisión Europea el coste anual de la pérdida de biodiversidad se sitúa entre 1,5 y 3,5 billones de euros.

Es más, está demostrado que los mercados alimentarios locales generan más empleo local y más diverso (las valoraciones llevadas a cabo por un estudio financiado por la UE, indican que las cadenas cortas de comercialización generan más empleo, más ingreso y mayor valor añadido neto monetario que cualquier otra forma de actividad). El escaso desarrollo de los mercados locales en el estado español y por tanto su potencial de crecimiento, lo convierten en la única oportunidad para un sector agrario en crisis, los mercados locales son clave para viabilidad de las actividades agrarias y para el mantenimiento de una agricultura y un medio rural vivos.

La venta directa o de circuito corto en el Estado espanyol no llega al 3% del total, mientras que en países como Italia, Francia o Portugal supera el 20%.

En el estado español nos gastamos unos 4000€ por hogar en alimentos y casi 1500 per cápita. Si el dinero que se gasta adquirir alimentos en supermercados y grandes superficies se gastara en tiendas “tradicionales” se generarían 53.000 millones de € extras para la economía local.

SÍ, SE PUEDE, INICIATIVAS EUROPEAS

Desde “Cortocircuito” consideramos que es imprescindible y urgente la puesta en marcha de una política pública que impulse y favorezca las iniciativas de compra pública de alimentos basada en una producción local y familiar. La compra pública alimentaria es una acción multiplicadora, de aquellas que, como las fichas de un dominó, provocan cambios en cascada. Y es especialmente cierto en algunos casos concretos de compra pública, por ejemplo cuando hablamos de comedores escolares, por aunar en un mismo espacio mercado, salud, educación, cultura y futuro. Existen múltiples ejemplos en la Unión Europea. Especialmente destacables son las iniciativas en Francia (la región de Rhône Alpes al frente) e Italia (donde en regiones como la Toscana, Emilia-Romagna o Cerdeña existen desde hace años estrategias públicas en este sentido). En todas ellas los beneficios antes descritos son evidentes.

Francia, región de Rhône-Alpes . Una de las experiencias más amplias que existen en Europa referente a los circuitos de proximidad así y la compra pública local lo encontramos en la región francesa de Rhône-Alpes. La iniciativa tiene como objetivo incrementar la presencia de alimentos locales en la composición de los menús de la restauración colectiva priorizando el aprovisionamiento local en la medida en que los recursos de la región son capaces de producir para cubrir la demanda. Y ya es una realidad! La región de Rhône-Alpes tiene un poder real en el suministro de alimentos y es capaz de satisfacer la demanda de un área de influencia de más de 6 millones de personas.

Más allá de los aspectos culturales o ambientales, existe una motivación claramente social y económica. Se contribuye con esta iniciativa a mantener un tejido económico de empresas locales y una agricultura fuerte y viable”. Bajo el impulso de las administraciones públicas locales, el proyecto conectó y acompañó a las empresas y sectores productivos agrarios con las empresas de restauración colectiva. Además del marco político claro, existe una involucración de todos los actores implicados y un considerable esfuerzo de formación e información.

Italia, región de Emilia-Romagna. Sportello Mense Bio es una iniciativa activa desde

2003, desarrollada por el departamento de agricultura de la Región de Emilia-Romagna que tiene como objetivo acompañar y ser punto de referencia de la introducción de alimentos ecológicos, locales y tradicionales en los servicios de comedores escolares de la Región. La organización encargada de coordinar la iniciativa es la Associazione Produttori Biologici e Biodinamici (PROBER). La iniciativa cuenta con el apoyo explícito y directo de la administración regional y ha sido regulada por ley, ha propiciado la creación de espacios de participación de los diferentes actores implicados (campesinado, la administración y asociaciones de padres y madres). También incluye un fuerte componente formativo e información ciudadana en su puesta por el desarrollo de mercados alimentarios locales.



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