Hasta hace pocos años el acceso a las tecnologías de gestión de cultivos se hacía exclusivamente a través del ordenador personal. Una herramienta de oficina de la que, tradicionalmente, el agricultor ha venido renegando, como con todo aquello que tiene que ver con la burocracia y el papeleo. Acostumbrados a un día a día al aire libre, la irrupción de las apps y la proliferación de los smartphones ha hecho que la oficina de los agricultores se pueda trasladar de esas cuatro paredes al bolsillo de su camisa.
Uno de esos agricultores es Ricardo Aguayo. Ingeniero agrónomo por la Escuela de Agrónomos de Córdoba, trabaja en la finca Moratalla en cultivos de naranjos para industria, nogales,[[{«fid»:»35270″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:760,»width»:400,»style»:»width: 400px; height: 760px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 5px; float: right;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]] almendros, olivos «y lo que surja» contándolo todo en su blog Criandonaranjos. » Soy muy aficionado a probar las nuevas aplicaciones que se van desarrollando, que cada día son más completas. Me resultan muy interesantes, por su bajo coste, las de medición de parcelas y geolocalización, las de vademecum de fitosanitarios y las que nos permiten llevar los cuadernos de explotación. Otras que requieren una pequeña inversión, como las de monitorización de riego y condiciones del cultivo (humedad de suelo y estaciones meteorológicas), nos pueden hacer ahorrar mucha agua y energía, tan fundamental hoy en día. Y, por supuesto, las de meteorología y precipitaciones. ¿Qué agricultor no consulta hoy el tiempo decenas de veces al día?», destaca este profesional.
Y es que la llegada de los smartphones a los bolsillos de los agricultores ha conllevado «el acceso a información estratégica en tiempo real, que reduce los riesgos a la hora tomar decisiones en la gestión diaria de las explotaciones, y la capacidad para conectarse con otros agricultores e intercambiar opiniones, consejos y experiencias en torno al sector». Así lo confirma Rubén Villanueva, responsable de comunicación de la organización agraria COAG a nivel estatal y especialista en marketing y comunicación agroalimentaria, que ofrece además otro dato: «La app más utilizada entre los profesionales agrarios no tiene un componente específicamente profesional: se trata de Whatsapp, un app de mensajería instantánea que ha permitido la creación una red de «agro-redes» profesionales, segmentadas y privadas«.
Las empresas del sector, por su parte, también parecen tenerlo claro: «El smartphone nos acompaña diariamente desde primera hora a lo largo de la jornada y sí que creo firmemente en que la comunicación con el agricultor habrá de ser trabajada en línea a los hábitos de uso de este dispositivo», afirma Carmen Flores, responsable de Branding & Digital Marketing en Adama Agriculture España.
Es tan solo el inicio
Siguiendo de cerca esta realidad trabajan desde Madrid Miguel Herguedas y Jorge García de Opazo, fundadores de Integral Media, una empresa especializada en dar servicios de marketing digital para el sector agroalimentario. «Cada vez son más las empresas privadas que deciden lanzar apps o soluciones tecnológicas online para complementar su oferta de servicios. No obstante queda mucho camino por recorrer, aunque los próximos años prometen ser vertiginosos, y a buen seguro, nos iremos sorprendiendo de lo rápido que el sector acoge la llegada de estas novedades», destaca Miguel Herguedas, añadiendo que donde sí se ha notado un «salto» ha sido en redes sociales, donde » cada vez más frecuente ver presencia de empresas, pues saben que su audiencia, su público objetivo, está cambiando de hábitos, y ahora, además de leer una revista o publicación impresa, si deciden comprar un tractor o incluso una variedad de abono, internet y las RRSS son una fuente de información que permite realizar una comparativa en base a experiencias reales de los propios usuarios finales que intercambian información de forma directa y sin intermediarios», añade Herguedas. Su compañero y socio, Jorge García de Opazo, retoma la implantación de las apps en el sector agrícola y ganadero: » Estamos hablando de un sector envejecido (no debemos olvidar que más del 50% de los agricultores tiene más de 55 años) lo que frena la implantación de estas nuevas tecnologías. Sin embargo, los jóvenes agricultores (menores de 35 años) ya vienen con una tablet y su cuaderno de campo digitalizado bajo el brazo, lo que impulsa al segmento superior (de 36 a 50 años) a adaptarse».
Claves para que una app «funcione»
Tal y como nos cuenta Rubén Villanueva, es difícil hablar de un app profesional que tenga una implantación realmente masiva entre agricultores y ganaderos. Quizá las más populares tienen que ver con el guiado y medición por GPS, que en muchos casos vienen impulsadas por los mismos fabricantes de maquinaría agrícola, o las relacionadas con la gestión del cuaderno de campo porque sus desarrolladores han invertido más presupuesto en promoción. Empiezan a ganar terreno aquellas relacionadas con la obtención de los datos climáticos y la previsión meteorológica a un toque de pantalla, la geolocalización del ganado vía GPS, la compra de productos a mayoristas y proveedores, la gestión veterinaria o el control de los fertilizantes y aplicación de fitosanitarios, detección de plagas, la activación y control del consumo del riego por goteo, o por ejemplo, la monitorización en tiempo real de las fluctuaciones de los productos de cada lonja. «En nuestro 'día a día' usamos de forma frecuente apenas 10-12-15 apps…el resto son apps de segundo plano, de uso menos frecuente y, a partir de ahí, es como la segunda página de Google, no existes», relata Miguel Herguedas, de Integral Media.
¿Qué debe tener una APP para que interese y sea utilizada por los agricultores? «El foco debe situarse en ofrecer una solución concreta o un problema concreto y el mayor grado de personalización posible. La que quiere ser todo para todos termina siendo nada para nadie. Para ello considero imprescindible dedicar el 80% de los esfuerzos a una primera fase de análisis e investigación para conocer de forma exhaustiva las necesidades de tu público objetivo, la oferta que hay en el mercado y testar a pie de campo si realmente la app que piensas desarrollar aporta un valor real diferencial», afirma tajante el responsable de comunicación de la organización agraria COAG, a lo que añade: » Sólo un dato, a nivel global existen más de 4 millones de apps y los usuarios no tiene más de 10 descargadas en su móvil. El reto para los responsables de marketing digital de cualquier empresa y organización del agro: no sólo lograr que se descargue e instale (porque eso se puede llegar a conseguir con una ambiciosa campaña de publicidad) sino que se utilice y se repita sin borrar del smartphone. Aún está por desarrollar la app del sector agrario que todo agricultor profesional que se precie desee tener en su móvil».
«Una app agrícola para que triunfe 'de verdad', sobre todo debe ser usable, sencilla y con posibilidad de trabajo offline. Usable, ya que debe asistir al agricultor o ganadero a realizar una o varias de las tareas intrínsecas a su trabajo. Además, debe ser sencilla e intuitiva, ya que las APPs difíciles de manejar, o que requieren un aprendizaje extra, pasarán de la pantalla de nuestro Smartphone a la papelera de reciclaje. Y de ahí, al olvido. Y por último, un factor muy importante en el medio rural, es que dispongan de un modo de trabajo offline. La conexión a internet en muchos casos es todavía muy deficiente», destaca Jorge García de Opazo.
[[{«fid»:»35269″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:760,»width»:400,»style»:»width: 400px; height: 760px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 5px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Desde su finca cordobesa, Ricardo Aguayo confirma todo lo anterior: «Creo que la evolución en el uso de estas tecnologías será exponencial por parte de los técnicos y agricultores. Aunque también parece haber cada vez más empresas que se dedican a ofrecer este tipo de servicios y van a tener que hacer un gran esfuerzo por diferenciarse de la competencia. Sobre todo tendrán que hacer un esfuerzo de acercamiento al agricultor y al campo, para que las apps les sean verdaderamente útiles».
Un caso de éxito
En la línea de crear soluciones que aporten sencillez en la agricultura y faciliten las tareas del día a día del agricultor, Adama Agriculture España ha lanzado FitoAid, una app que está cada vez más presente en los smartphones de nuestros agricultores. «Nos gusta definir FitoAid como el vademécum de productos fitosanitarios y asistente de mezclas para agricultores profesionales. La aplicación permite la búsqueda de cualquier producto fitosanitario registrado en el Ministerio de Agricultura mediante un sistema de filtros avanzados e incluye un asistente de mezclas que permite conocer el orden de carga de los productos en el tanque, de acuerdo a la guía de mezclas publicada por el MAPAMA», destaca Carmen Flores, responsable de Branding & Digital Marketing en Adama Agriculture España. En este caso se juntan facilidad de uso, interfaz amigable, información actualizada y disponible en modo offline y, sobre todo, la practicidad que ofrece esta herramienta de acceso a una información esencial para aquellos que tienen que realizar un tratamiento con cualquier referencia que existe en el mercado.
Poco a poco apps como FitoAid están saltando de smartphone en smartphone. Síntoma de que ofrecen un valor añadido que ayuda en el día a día del agricultor… que es, en definitiva, su objetivo.