La asociación de ganaderos y ganaderos, Agromuralla, pide a los productores de leche “no dejarse influir por la estrategia premeditada que están llevando a cabo las industrias para intentar revisar a la baja los contratos que finalizan el próximo 31 de marzo”.
Agromuralla defiende que “los precios para este año hay que mantenerlos o incluso aumentarlos, dado que los costes de producción siguen aumentando”. “El gasóleo, la electricidad, los piensos y los fertilizantes siguen yendo por las nubes”, aseguran.
A ello se suma el incremento de los costes laborales de la plantilla, como consecuencia de la subida del salario mínimo interprofesional, y los aspectos fiscales derivados de la rebaja del IVA. “Los productores no estamos cobrando IVA por la venta de nuestra leche, sin embargo, tenemos que seguir pagando 10% o 21% de IVA por los insumos y servicios que consumimos, lo que provocará un descalce contable en las fincas este año”, denuncian.
Además, argumenta la asociación de ganaderos, «la producción se mantiene similar a la de 2022, que acabó con un descenso del 2% en la producción en el conjunto de España», por lo que «la situación actual del mercado no justifica una bajada de precios, pero la su mantenimiento o revalorización en línea con las tasas de inflación actuales», dice.
Amenazas intolerables
En el escenario actual, previo a la renovación de los contratos de primavera, Agromuralla ve como «intolerables» las «amenazas» de las empresas que recogen la leche hacia los ganaderos que la producen y advierte a las industrias que están «tirándose piedras a su propio tejado». «.
“Todavía hay escasez de leche y si los precios bajaran, la producción volvería a caer en picado”, aseguran, por lo que se desencadenaría una situación de “escasez de mercado” en la que habría empresas que se quedarían sin suministro. “La leche sería en ese caso para las industrias que pagaron más por ella”, argumentan. Del mismo modo, dicen, una caída en el origen provocaría una disminución del valor en toda la cadena, lo que también perjudicaría a las industrias.
Por ello, desde Agromuralla piden a las empresas «que no intenten infundir miedo con globos sonda que son inaceptables», y a los agricultores «que no se dejen influir», incidiendo en la capacidad de negociación que prevé la ley a favor del productor. .
Incumprimento de la Ley de la Cadena
Agromuralla también recuerda a las industrias que «están infringiendo la ley» porque «tienen la obligación de enviar su oferta al productor con al menos dos meses de anticipación para darle espacio al agricultor para negociar con otras empresas», plazo que las industrias están no cumplir con los plazos de los contratos que vencen en marzo.
“Los agricultores ya deberían tener encima de la mesa las diferentes ofertas de las empresas, pero hay un incumplimiento claro que es probable que sea denunciado ante la AICA”, advierte Agromuralla.
Recomiendan contratos a corto plazo para que la leche no esté «atada»
Agromuralla pide a los agricultores «tranquilidad» a la hora de estudiar las distintas ofertas porque «hay un plazo para firmar la finalización del contratoy no conviene precipitarse a la hora de tomar la decisión”, recomendando “agotar los plazos”.
En este sentido, la asociación de agricultores explica que tras la modificación del llamado Paquete Lácteo, producida el año pasado, el productor no está obligado a rechazar la oferta de la industria, cuando antes tenía un plazo de 15 días para hacerlo por escrito. o en su defecto se entendió que el contrato se renueva automáticamente. Ahora, sin embargo, sucede exactamente lo contrario, es decir, si el ganadero no se pronuncia sobre la oferta y se entiende como no aceptada .
Actualmente Agromuralla también es partidaria de que sus socios firmen contratos a corto plazo “para que no se amarre la leche y haya mayor competencia entre las industrias”.
“El problema que había el año pasado es que la leche en Galicia estaba mayoritariamente ligada a contratos de un año, lo que hacía que los precios se mantuvieran más bajos que en otras comunidades autónomas y que industrias de fuera que tenían escasez de leche no pudieran venir a Galicia en buscarlo porque no había disponibilidad en la entrega por parte de las fincas”, argumentan.
