En la Región de Murcia, un cambio significativo está ocurriendo en las tierras de cultivo: vastas extensiones que una vez fueron olivares y huertos ahora se están transformando en campos de placas solares. Según la Fundación Ingenio, este cambio está provocando un «tremendo impacto ecológico» y una serie de engaños hacia los pequeños agricultores por parte de grandes multinacionales instaladoras de paneles solares.
Transición Energética: Promesas vs. Realidad
La Fundación Ingenio ha recopilado una cantidad alarmante de testimonios y evidencias que sugieren que los contratos firmados entre agricultores y estas corporaciones no siempre cumplen con las promesas de rentabilidad económica. De hecho, en muchos casos, los rendimientos son inferiores a los que generaba la agricultura tradicional. Este fenómeno no solo afecta los ingresos de los agricultores sino que, una vez transformado el uso de la tierra, no hay vuelta atrás; los campos no pueden revertirse a tierras de cultivo.
Pérdida de Suelo Cultivable por las placas solares
Cada hectárea de tierra que se convierte en un sitio de instalación de placas solares resulta en una pérdida irreversible de suelo biológicamente activo. El suelo se vuelve inerte, recalentado y estéril, incapaz de sostener cualquier tipo de vida agrícola. Esta transformación de suelo cultivable en suelo industrial tiene, además, un efecto esterilizante, pues se utilizan pesticidas agresivos para mantener las áreas libres de vegetación natural, lo cual incrementa el impacto ambiental.
La gran duda de la Desmantelación Futura
Una preocupante perspectiva a futuro planteada por la Fundación Ingenio es la eventual «burbuja» de las placas solares, que podría dejar a los agricultores con «millones de toneladas de chatarra abandonada en el campo». ¿Quién se hará cargo de desmantelar estos extensos campos de placas cuando ya no sean rentables? ¿Serán los agricultores quienes deban asumir esta carga?, son preguntas que se hace, en voz alta, la citada agrupación.
El Rol de las Administraciones Públicas
Además de la presión ejercida por las multinacionales, la Fundación señala a las administraciones públicas que, con leyes como la del Mar Menor, obligan a los agricultores a dejar de cultivar sus tierras para instalar placas solares. Estas políticas, que deberían proteger los derechos de los agricultores, en cambio los ponen en una posición vulnerable frente a las exigencias de las empresas energéticas.
Respuestas y Medidas Propuestas
Ante esta situación, la Fundación Ingenio se compromete a luchar en los ámbitos político y legal para defender a los pequeños propietarios. También ofrece asistencia a aquellos que se sientan engañados o presionados a modificar el uso de sus tierras.
Diagnóstico y Conclusión
La reconversión de tierras agrícolas en campos de energía fotovoltaica presenta un escenario mixto de oportunidades y desafíos. Si bien la generación de energía renovable es crucial para la sostenibilidad ambiental, es fundamental que este proceso no comprometa la viabilidad económica y ambiental de las comunidades agrícolas locales. La transición energética debe ser justa y equitativa para garantizar que no se deje atrás a los pequeños agricultores.
Llamado a la Acción
Es imperativo que se establezcan medidas regulatorias y de apoyo para proteger a los agricultores de acuerdos injustos y garantizar que la transición hacia la energía renovable sea sostenible y beneficiosa para todas las partes involucradas.
Conclusiones Finales
La situación en Murcia es un recordatorio crítico de que la transición hacia fuentes de energía renovables debe ser cuidadosamente gestionada y regulada para proteger los intereses y medios de vida de las comunidades locales, asegurando un futuro más verde y justo para todos.
