Grupos ecologistas como SEO/BirdLife y WWF han criticado con dureza los acuerdos alcanzados, en Bruselas, para modificar la PAC.
En una reunión crucial celebrada ayer, la Comisión Europea junto con los Estados miembros de la Unión Europea (UE) tomaron una decisión que ha suscitado una ola de críticas por parte de organizaciones ambientales. Madrid fue testigo del anuncio que marca un antes y un después en la Política Agrícola Común (PAC), donde se acordó rebajar los avances ambientales logrados tras la última reforma de la PAC. Este acuerdo implica un giro en la política agraria europea, alejándose de prácticas sostenibles al no condicionar la recepción de ayudas públicas a la implementación de estas.
Sacrificio de sostenibilidad: ¿Una solución a la crisis del campo?
La propuesta presentada busca limitar el número de inspecciones destinadas a verificar el cumplimiento de normativas sociales y ambientales, siendo parte de un paquete de medidas que aspiran a convertirse en permanentes. Las voces críticas, como Celsa Peiteado de WWF España, destacan el peligro de sacrificar el Pacto Verde Europeo, aún no implementado, ante la crisis agraria. La preocupación principal reside en que soluciones temporales a problemas de competitividad y precios no deben comprometer recursos vitales como los acuíferos y suelos, ni acelerar el cambio climático.
Una transición agroambiental necesaria pero mal enfocada en la PAC
Organizaciones como SEO/BirdLife y WWF apuntan a la necesidad de acompañar la transición hacia una agricultura sostenible con medidas que incentiven la participación de los agricultores. Esto incluye formación, asesoramiento y cobertura de impactos socioeconómicos a corto plazo. Sin embargo, critican que la nueva dirección de la PAC se aleja de generar bienes públicos y seguridad alimentaria a largo plazo, fundamentales para la protección de los recursos naturales.
La posición de los agricultores y la seguridad alimentaria a largo plazo
La reducción de inspecciones y la eliminación de condiciones para la sostenibilidad en la recepción de
ayudas públicas generan un escenario preocupante. Según Ana Carricondo de SEO/BirdLife, es fundamental asegurar un mínimo de sostenibilidad ambiental en todas las explotaciones que participan de la PAC. La eliminación de la BCAM 8, que promovía la biodiversidad en las fincas agrarias, representa un retroceso en los esfuerzos por mantener los ecosistemas que contribuyen a servicios esenciales como la polinización y el control de plagas.
Llamamiento a la acción frente al retroceso ambiental
La decisión tomada por la Comisión Europea y los Estados miembros de la UE ha encendido las alarmas sobre el futuro de la agricultura sostenible en Europa. La reducción de avances ambientales en la PAC pone en riesgo no solo el bienestar ecológico, sino también la seguridad alimentaria y la viabilidad a largo plazo del sector agrícola. Frente a esta situación, es imperativo que se busquen alternativas que equilibren las necesidades inmediatas del sector con la preservación de los recursos naturales para las futuras generaciones.
La Política Agrícola Común (PAC) es un sistema de subsidios y programas agrícolas implementado por la Unión Europea (UE) desde 1962. Su principal objetivo es garantizar un nivel de vida equitativo para los agricultores, estabilizar los mercados, asegurar la disponibilidad de suministros y garantizar que los consumidores tengan acceso a alimentos a precios razonables.
A lo largo de los años, la citada política agraria ha evolucionado para enfrentar nuevos desafíos, incluyendo la sostenibilidad ambiental, el cambio climático y el desarrollo rural.
La reforma más reciente de esta política busca promover prácticas agrícolas más sostenibles, apoyar a los pequeños agricultores y fomentar la innovación, aunque enfrenta críticas por su impacto ambiental y su eficacia en la distribución equitativa de los subsidios.
