
Los fuertes vientos cálidos registrados durante el pasado mes de diciembre en las Islas Canarias han ocasionado daños devastadores en las explotaciones de plátano, uno de los cultivos más emblemáticos del archipiélago. Las pérdidas económicas derivadas de este fenómeno alcanzan los 10 millones de euros, afectando una superficie de casi 3.000 hectáreas y cerca de 9.000 parcelas aseguradas.
El fenómeno, calificado como inusual y excepcional por expertos meteorológicos y agrarios, se produjo en tres episodios principales: los días 14, 17 y 25 de diciembre. Durante estas fechas, las islas de Tenerife, El Hierro, La Gomera y La Palma fueron azotadas por intensas rachas de viento del sur, combinadas con niveles de humedad relativa extraordinariamente bajos para esta época del año. Estas condiciones, según han señalado especialistas, han sido las responsables de defoliaciones y desecaciones severas en las plataneras, cuyos daños comenzaron a manifestarse semanas después del siniestro.
Un fenómeno meteorológico inusual con vientos
La combinación de vientos cálidos del sur y humedades excepcionalmente bajas es extremadamente rara en el mes de diciembre en Canarias. Según los registros históricos del sistema español de Seguros Agrarios Combinados, este tipo de siniestro no tiene precedentes en los 45 años de existencia del sistema.
“Es un fenómeno que no habíamos visto en esta época del año y con una duración tan prolongada”, explicó Marta García, climatóloga del Instituto Canario de Meteorología. “El impacto no solo ha sido directo, con la caída de hojas y desecación de las plantas, sino que las consecuencias se han agravado con el paso de los días, afectando la calidad y cantidad de la producción.”
Los plataneros, un sector clave en la economía de Canarias, han sido los más afectados, aunque también se han reportado daños en cultivos tropicales y subtropicales, plantas ornamentales y hortalizas. Las plataneras, que requieren condiciones estables de humedad y temperatura, han sufrido un estrés hídrico severo que ha dejado a muchas explotaciones en una situación crítica.
Afortunadamente, el 100% de la producción de plátano en Canarias está cubierta por el sistema de seguros agrarios, gracias a una línea de seguro que se suscribe de manera colectiva. Este alto nivel de cobertura ha permitido que, apenas comenzaran a recibirse las primeras declaraciones de siniestro, Agroseguro activara su red de peritos para evaluar los daños en las zonas afectadas.
Desde mediados de diciembre, una treintena de peritos se han desplazado a las áreas siniestradas, procedentes tanto del archipiélago como de la península. Estas visitas han sido esenciales para cuantificar los daños y activar las indemnizaciones correspondientes.
Luis Rodríguez, director de Agroseguro en Canarias, destacó la importancia de este sistema para garantizar la estabilidad del sector. “Gracias a la implantación universal del seguro de plátano, los agricultores afectados podrán recibir compensaciones que les ayuden a mitigar las pérdidas y a recuperar su capacidad productiva. Este modelo es un ejemplo de cómo la prevención y la gestión de riesgos pueden proteger a los sectores más vulnerables frente a fenómenos extremos.”
El impacto de este siniestro no se limita únicamente a las pérdidas económicas inmediatas. Las explotaciones de plátano generan miles de empleos directos e indirectos en las islas, y cualquier interrupción en la producción tiene repercusiones en toda la cadena de valor, desde los agricultores hasta los exportadores.
En La Palma, una de las islas más afectadas, los agricultores han expresado su preocupación por la recuperación a largo plazo de sus cultivos. “El viento no solo nos ha dejado sin hojas, sino que muchas plantas han quedado debilitadas para el próximo ciclo de producción”, señaló Juan Pérez, un agricultor de Los Llanos de Aridane.
Además, los daños en las plataneras podrían afectar el suministro al mercado nacional e internacional, dado que Canarias es el principal productor de plátano en España. Esto podría traducirse en un aumento de precios y una menor disponibilidad del producto en los próximos meses.
Ante la magnitud de los daños, el sector agrícola de Canarias ha comenzado a plantearse medidas para reforzar la resiliencia frente a fenómenos meteorológicos extremos, que podrían volverse más frecuentes debido al cambio climático.
Una de las propuestas es la mejora de las infraestructuras de protección, como la instalación de cortavientos y sistemas de riego más eficientes que ayuden a mantener la humedad del suelo en condiciones adversas. Asimismo, se ha planteado la necesidad de actualizar los sistemas de seguro para incluir coberturas específicas frente a fenómenos climáticos inusuales.
Por su parte, las autoridades locales han anunciado que buscarán apoyo adicional del Gobierno central y de la Unión Europea para complementar las indemnizaciones del seguro y apoyar a los agricultores en la recuperación de sus explotaciones.
El siniestro de diciembre ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del sector agrícola de Canarias frente a los efectos del cambio climático y la importancia de contar con sistemas de prevención y gestión de riesgos robustos.
Mientras tanto, los agricultores afectados esperan con ansias las indemnizaciones para comenzar la reconstrucción de sus cultivos y garantizar que el plátano de Canarias, símbolo de calidad y tradición, siga siendo un pilar de la economía y la identidad del archipiélago.
“Esto ha sido un golpe duro, pero estamos acostumbrados a luchar contra las adversidades”, concluyó Ana Suárez, agricultora de Tenerife. “Con el apoyo de los seguros y de las autoridades, confiamos en que podremos salir adelante una vez más.”