La vendimia en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Jumilla, una de las más extensas y prolongadas de Europa, avanza a un ritmo lento tras un mes desde su inicio oficial el pasado 29 de julio. En este primer mes, solo el 5% de las viñas ha sido vendimiado, en un proceso que se desarrolla con calma debido a las condiciones climáticas y las características del viñedo de la región. Este artículo detalla el estado actual de la vendimia, los desafíos enfrentados por los viticultores y las medidas adoptadas por el Consejo Regulador para garantizar la calidad de los vinos Jumilla.
Las variedades tempranas protagonizan el inicio de la vendimia
La vendimia en la DOP Jumilla comenzó con la recolección de las variedades blancas más tempranas, tales como la Sauvignon Blanc, la Moscatel de Grano Menudo y la Malvasía. Estas variedades, que constituyen menos del 1% de la producción total de uva en la región, han sido vendimiadas casi en su totalidad. A pesar de un inicio tranquilo, se esperaba que la cosecha avanzara a un ritmo constante, sin embargo, el progreso ha sido más lento de lo anticipado.
En cuanto a las variedades tintas tempranas, como la Syrah, la Merlot y la Tempranillo, el proceso de vendimia está en marcha, aunque la recolección ha sido limitada. La Monastrell, que representa aproximadamente el 70% de la producción total de la DOP Jumilla, ha comenzado su cosecha de manera tímida en esta última semana de agosto. Se prevé que la vendimia de la Monastrell, la variedad más emblemática de la región, se extienda hasta finales de octubre o principios de noviembre, cuando concluirá la temporada.
Un año desafiante para el viñedo de secano en Jumilla
El clima ha sido el principal reto para los viticultores de Jumilla en 2024. La región ha sufrido su tercer año consecutivo de sequía, lo que ha tenido un impacto significativo en la producción, especialmente en los viñedos de secano. En estas áreas, la falta de agua ha provocado que muchas cepas no broten, y algunas incluso han llegado a secarse completamente. Se estima que la producción en viñedos de secano podría ser hasta un 50% inferior en comparación con una campaña habitual.
El grano de la uva, aunque de menor tamaño y en racimos más pequeños, presenta una calidad excepcional. Esta situación es vista como un punto positivo en medio de un año complicado. Además, la ausencia de plagas y enfermedades ha sido la norma durante esta temporada, un hecho que contribuye a mantener la calidad de la producción. Sin embargo, en zonas del norte de la DOP, como los municipios de Albatana, Ontur y Fuenteálamo, se ha observado un rebrote en algunas viñas debido al ataque de conejos, un problema que podría afectar la producción en esas áreas.
En contraste, los viñedos de regadío han mantenido una producción más estable, aunque la situación general del viñedo de secano es crítica. Los viticultores de la región han solicitado ayudas para hacer frente a las adversidades climáticas, y el Consejo Regulador ha respondido eliminando las tasas para los agricultores con plantaciones en régimen extensivo, que son principalmente de secano. Además, se ha decidido reducir a la mitad las tasas para las viñas plantadas en intensivo, mayoritariamente de regadío, como una medida de apoyo en este contexto difícil.
El Consejo Regulador asegura la calidad en un contexto complicado
El Consejo Regulador de la DOP Jumilla ha intensificado los controles de calidad durante esta vendimia, asegurando que se cumplan los estándares de la denominación de origen, incluso en un año tan complicado. El Órgano de Control ha estado trabajando en la actualización de las parcelas que este año declararán uva y realizando los controles de rendimiento máximo autorizado y entrada de uva en bodega.
El objetivo es garantizar el origen y la calidad de los vinos producidos en la región, manteniendo los altos estándares que caracterizan a la DOP Jumilla. Aunque todavía es temprano para hacer estimaciones finales sobre la cosecha de 2024, con solo el 5% del viñedo vendimiado, las expectativas están puestas en los próximos meses, cuando se completará la recolección.
El Consejo Regulador también está atento a los posibles fenómenos climáticos adversos, como tormentas o granizo, que podrían afectar la calidad de la uva en las próximas semanas. La vendimia en Jumilla se cerrará entre finales de octubre y principios de noviembre, cuando se complete la recolección de la Monastrell en las zonas más al norte de la DOP. Los primeros datos de la cosecha se esperan para finales de diciembre, momento en que las bodegas reportarán los volúmenes finales al Consejo Regulador.
Perspectivas y desafíos para el futuro de la DOP Jumilla
La vendimia de 2024 en la DOP Jumilla refleja los desafíos climáticos que enfrenta la región, pero también la resiliencia de sus viticultores y la calidad de sus vinos. A pesar de la reducción en la producción esperada en los viñedos de secano, la región sigue siendo un referente en la producción de vinos de alta calidad, especialmente gracias a la emblemática variedad Monastrell.
El futuro de la viticultura en Jumilla dependerá en gran medida de cómo la región pueda adaptarse a los cambios climáticos, así como del apoyo que reciban los viticultores para enfrentar estos desafíos. Las medidas adoptadas por el Consejo Regulador, como la reducción de tasas y el refuerzo de los controles de calidad, son pasos importantes en esta dirección.
En conclusión, la vendimia de 2024 en la DOP Jumilla es un testimonio de la capacidad de adaptación de la región, en un contexto donde la calidad sigue primando a pesar de las adversidades. Con la Monastrell como estandarte, Jumilla continúa consolidando su reputación en el mundo del vino, mirando al futuro con la esperanza de superar los retos que plantea el cambio climático.
