La Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca de la Comunitat Valenciana ha dado un paso importante hacia la sostenibilidad agrícola con la implementación de un nuevo sistema de riego subterráneo en la Cooperativa de Viver. Este innovador método, desarrollado en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), ha mostrado resultados prometedores al ahorrar hasta un 20 % de agua sin sacrificar la producción ni la calidad del aceite de oliva virgen extra.
El éxito del proyecto HandyWater
El ensayo se enmarca dentro del proyecto europeo HandyWater, financiado por la convocatoria PRIMA 2020 y coordinado por el Centro para el Desarrollo de la Agricultura Sostenible (CDAS) y el Servicio de Tecnología del Riego (STR) del IVIA. Este proyecto tiene como objetivo principal introducir tecnologías de riego avanzadas a los pequeños agricultores, mejorando la eficiencia del uso del agua y la rentabilidad de los cultivos. En el contexto del cambio climático y la creciente escasez de agua, estos avances son cruciales para asegurar la sostenibilidad de la agricultura en la región.
Desarrollo del ensayo: comparativa entre riego superficial y subterráneo
Durante los años 2022 y 2023, el IVIA llevó a cabo un estudio detallado en una parcela piloto de olivar de la variedad autóctona Serrana, perteneciente a la Cooperativa de Viver. El ensayo comparó dos sistemas de riego: el riego por goteo superficial y el riego por goteo subterráneo, ambos programados con criterios basados en el riego de precisión para satisfacer al 100 % las necesidades hídricas del cultivo.
El riego por goteo superficial es una técnica comúnmente utilizada en la agricultura moderna, donde el agua se distribuye a través de tubos colocados en la superficie del suelo. Por otro lado, el riego subterráneo implica la instalación de tuberías debajo de la superficie, lo que permite una irrigación más directa a las raíces de las plantas. Este método reduce significativamente la evaporación y mejora la eficiencia en el uso del agua.
Resultados del ensayo: eficiencia hídrica y calidad constante
Los resultados obtenidos durante las campañas de 2022 y 2023 son reveladores. El sistema de riego subterráneo logró una reducción del consumo de agua del 20 % en comparación con el riego superficial. Este ahorro se debe principalmente a la disminución de la evaporación y al uso de sensores de humedad del suelo que permiten un riego más preciso y adaptado a las necesidades reales del olivar.
A pesar de esta significativa reducción en el uso de agua, la producción de aceite se mantuvo constante. En la campaña de 2023, un año de alta carga productiva, los olivos regados con el sistema subterráneo produjeron en promedio 20,6 kilogramos de aceituna por árbol, un rendimiento similar al obtenido con el riego superficial. Este dato es especialmente relevante, ya que demuestra que la eficiencia hídrica no compromete la productividad del cultivo.
Calidad del aceite: un valor añadido inalterado
Además de mantener los niveles de producción, la calidad del aceite producido también se conservó a niveles óptimos. Todos los aceites obtenidos fueron clasificados como virgen extra, lo que confirma que el cambio en el sistema de riego no afectó negativamente al producto final. Es más, se observó una acidez media baja de aproximadamente 0,07 %, y un contenido de ácido oleico del 73 %, parámetros que aseguran un aceite de alta calidad.
Una alternativa sostenible para la agricultura del futuro
El éxito del sistema de riego subterráneo en la parcela piloto de la Cooperativa de Viver pone de manifiesto su potencial como una alternativa viable y sostenible para la gestión del agua en el cultivo del olivo. Este sistema no solo ayuda a los agricultores a ser más eficientes en el uso del agua, sino que también contribuye a la conservación de un recurso tan valioso como el agua.
En la Comunitat Valenciana, el olivar es el segundo cultivo más importante en términos de superficie, con 93.741 hectáreas dedicadas a este cultivo, solo superado por los cítricos. Aproximadamente 63.000 olivicultores dependen de este sector, que es esencial para la fijación de la población rural en su entorno.
Históricamente, el olivar ha sido un cultivo de secano, con rendimientos que rondaban los 1.063 kg/ha. Sin embargo, la creciente demanda y el valor añadido del aceite de oliva han impulsado la adopción de sistemas de regadío, que han triplicado los rendimientos hasta alcanzar los 3.214 kg/ha. Este avance, sin embargo, ha venido acompañado de un aumento en la demanda de agua, lo que hace que la adopción de tecnologías como el riego subterráneo sea aún más relevante.
Perspectivas futuras: hacia una agricultura más eficiente y sostenible
El éxito del sistema de riego subterráneo en Viver es solo el comienzo. Este proyecto demuestra que es posible implementar tecnologías avanzadas que permitan a los agricultores ahorrar agua sin sacrificar la productividad ni la calidad. A medida que el cambio climático y la escasez de recursos hídricos se convierten en desafíos cada vez más apremiantes, la adopción de prácticas agrícolas sostenibles será esencial para garantizar la seguridad alimentaria y la viabilidad económica de los pequeños agricultores.
La Conselleria de Agricultura, junto con el IVIA y otros organismos involucrados, continuará impulsando la investigación y el desarrollo de tecnologías innovadoras para mejorar la eficiencia en el uso de los recursos y promover una agricultura más sostenible en la Comunitat Valenciana y más allá.