La organización resalta la necesidad urgente de ayudas por la sequía mientras los viticultores enfrentan pérdidas millonarias

La Unió Llauradora Advierte sobre la Peor Cosecha de Uva de Vinificación en 30 Años en la Comunitat Valenciana

Agronews Castilla y León

6 de agosto de 2024

vino

La vendimia ha comenzado en la Comunitat Valenciana con la recolección de uvas blancas y moscatel en las principales zonas productoras. Sin embargo, este año, la campaña está marcada por una grave y prolongada sequía que amenaza con dejar la cosecha más baja de los últimos 30 años, según la organización agraria LA UNIÓ Llauradora.

La sequía ha causado estragos en los diferentes cultivos del campo valenciano, y los viticultores de la región ya enfrentan pérdidas directas superiores a los 24 millones de euros. En este escenario adverso, LA UNIÓ estima un descenso productivo del 29% en la cosecha de uva de vinificación, lo que representa aproximadamente 1,47 millones de hectólitros para la campaña 2024/2025. Este volumen es un 42% inferior a la media de los últimos 30 años, evidenciando la magnitud del impacto climático en la producción vitivinícola.

Las diferentes Denominaciones de Origen (DO) de la Comunitat Valenciana también reflejan una disminución significativa en la producción. En las DO Utiel-Requena y Valencia, se espera una reducción del 30% en comparación con la pasada campaña. La DO Alicante podría ver una caída del 31%, mientras que la IGP Vins de Castelló proyecta una disminución del 27%.

Uva

Además del descenso en la producción, muchas viñas están secándose, lo que está provocando un aumento en el abandono de tierras de cultivo y en el éxodo de viticultores de la región. Este fenómeno no solo afecta a la economía local, sino que también tiene repercusiones en la sostenibilidad y el paisaje agrario valenciano.

Calidad de la Uva y Precios en el Mercado

Pese a las adversidades climáticas, LA UNIÓ destaca un aspecto positivo para la próxima campaña de vendimia: la buena calidad de la uva. La ausencia de problemas sanitarios graves por enfermedades y hongos es un alivio para los productores, que, al menos, pueden confiar en un producto de alta calidad.

En cuanto a los precios, la situación es mixta. Únicamente las uvas blancas destinadas a la elaboración de cava presentan un panorama rentable. El año pasado, el precio medio en origen fue de 0,70 euros por kilo, mientras que este año ya supera los 0,80 euros por kilo, con perspectivas de seguir subiendo. No obstante, para otras variedades de uvas blancas y tintas, los precios actuales no cubren ni los costes de producción, lo que agrava la situación económica de muchos viticultores.

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Ante este panorama, LA UNIÓ insiste en la necesidad de un aumento de los precios para que los productores de la Comunitat Valenciana puedan compensar en parte la disminución de la cosecha y los elevados costes de producción. «Es necesario un repunte de precios para que los productores vean compensada la merma de cosecha y los elevados costes de producción que pagan por los insumos que emplean», señala la organización agraria.

Además, LA UNIÓ ha reclamado en reiteradas ocasiones ayudas extraordinarias a las distintas Administraciones, tanto a nivel autonómico como estatal. La organización ha solicitado a la Conselleria y al Ministerio de Agricultura que establezcan con carácter de urgencia ayudas excepcionales y directas para los productores de uva de vinificación, así como para otros cultivos afectados como el olivar, almendros, cereales y uva de mesa. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido una respuesta positiva a estas demandas.

Un estudio reciente de LA UNIÓ certifica que las pérdidas económicas directas para los viticultores de la Comunitat Valenciana ascienden a más de 24 millones de euros solo en esta campaña 2024/2025. Esta cifra no contempla las pérdidas de futuras campañas, ni la muerte de arbolado o las pérdidas indirectas de mano de obra, bodegas y logística, entre otros factores.

Una de las críticas más contundentes de LA UNIÓ se dirige a la distribución de ayudas por parte de las Administraciones. Mientras que otros cultivos han recibido apoyos para mitigar las pérdidas por la sequía o los efectos de la guerra en Ucrania, el cultivo del viñedo y el olivar han sido excluidos de estas ayudas. Esta situación ha generado un profundo malestar entre los productores, que sienten una falta de equidad en el reparto de las ayudas.

uva, mesa

La situación de la viticultura en la Comunitat Valenciana es crítica. La grave y prolongada sequía ha llevado a una de las peores cosechas en décadas, con consecuencias económicas devastadoras para los productores. A pesar de la calidad de la uva y los precios favorables para el cava, la mayoría de los viticultores enfrenta dificultades para cubrir sus costes de producción.

LA UNIÓ Llauradora continúa su lucha por obtener ayudas extraordinarias que permitan a los viticultores enfrentar esta crisis. La organización agraria hace un llamado urgente a las Administraciones para que actúen de manera rápida y efectiva, estableciendo ayudas directas y excepcionales para los cultivos afectados.

La crisis actual subraya la necesidad de políticas agrícolas que no solo respondan a las emergencias climáticas, sino que también garanticen la sostenibilidad a largo plazo del sector agrario. El futuro de la viticultura valenciana depende de acciones concretas y de una mayor atención a las necesidades de los productores que, año tras año, enfrentan los desafíos del cambio climático y las fluctuaciones del mercado.

Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para evitar el abandono de tierras y asegurar la continuidad de una actividad agrícola que es vital para la economía, el empleo y la cultura de la Comunitat Valenciana. Mientras tanto, los viticultores seguirán trabajando con la esperanza de mejores condiciones y de un apoyo que hasta ahora les ha sido esquivo.



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