La situación actual del sector apícola en Extremadura se encuentra en un momento crítico. UPA-UCE Extremadura denuncia que la falta de mercado y la masiva importación de miel desde terceros países están lastrando a los productores locales, justo cuando el sector comenzaba a experimentar una leve recuperación tras varias campañas devastadas por la sequía, la baja producción y la mortandad de colmenas. Coincidiendo con la celebración de la X Feria Internacional de Apicultura y Turismo de Las Hurdes, la organización agraria subraya la importancia de apoyo institucional para garantizar la supervivencia de un sector esencial tanto para la economía rural como para el ecosistema ambiental.
Contexto actual del sector apícola en Extremadura
La campaña apícola de 2024 en Extremadura ha sido desigual. Mientras que la primavera comenzó favorablemente para el sector, con un buen clima que permitió recuperar las colmenas y un periodo óptimo para la proliferación de enjambres, la producción ha enfrentado diversas dificultades a medida que avanzaba la temporada. Las lluvias de primavera y verano afectaron considerablemente la recogida de polen, limitándola a aproximadamente 150.000 kg, lo que representa solo el 25% de la producción habitual, que suele rondar los 600.000 kg en una buena campaña.
En cuanto a la producción de miel, UPA-UCE Extremadura estima que en 2024 se han producido alrededor de 5 millones de kg, lo que representa aproximadamente el 80% de la producción normal. Esta disminución, aunque menos pronunciada que en el caso del polen, evidencia las condiciones desafiantes que enfrentan los apicultores de la región. A pesar de estos obstáculos, el sector mantiene su compromiso, aunque los precios del mercado no sean favorables.
La crisis de los precios y las importaciones masivas de miel extranjera
El mercado de la miel en Extremadura atraviesa una crisis agravada por los bajos precios, los cuales, según UPA-UCE, se ven impactados principalmente por la alta importación de mieles extranjeras, especialmente provenientes de China. Estos productos, a menudo adulterados y sometidos a controles de calidad deficientes, se venden en el mercado español a precios mucho más bajos, lo que dificulta enormemente la competencia para los apicultores extremeños.
Para producir un kilo de miel en Extremadura, los costos oscilan entre 3 y 4 euros; sin embargo, a fecha de agosto, España ha importado 27.000 toneladas de miel a un precio medio de tan solo 1,77 euros por kilo. Esta diferencia de costos es alarmante y coloca a los apicultores de Extremadura en una situación de clara desventaja competitiva, lo cual está afectando tanto a los productores establecidos como a los jóvenes emprendedores que intentan incorporarse al sector apícola.
Impacto en las explotaciones apícolas y la competencia desleal
La competencia desleal que generan estas importaciones, unida a la falta de un etiquetado claro que permita a los consumidores identificar el origen de la miel que compran, está poniendo en riesgo la sostenibilidad de numerosas explotaciones apícolas en Extremadura. UPA-UCE destaca que muchos jóvenes han apostado recientemente por el sector apícola como una vía de incorporación laboral en el medio rural; sin embargo, la dificultad para competir con miel importada y a bajo precio amenaza la viabilidad de sus proyectos.
Además de los problemas económicos, el sector apícola extremeño sigue enfrentando desafíos sanitarios importantes. La varroa, un ácaro que afecta a las abejas, continúa siendo una de las principales amenazas para la sanidad apícola. Según UPA-UCE, los productos disponibles para combatir esta plaga resultan poco eficaces y representan un gasto adicional que recae en los productores, sumando aún más presión financiera en un momento ya de por sí complicado.
Propuestas de UPA-UCE para proteger al sector apícola extremeño
Ante esta situación crítica, UPA-UCE hace un llamamiento a las autoridades para que se adopten medidas de apoyo que permitan garantizar la supervivencia del sector apícola en Extremadura. Entre las propuestas de la organización destacan:
-
Establecimiento de precios justos: UPA-UCE considera fundamental que se establezca un marco de precios que permita a los apicultores competir en condiciones de igualdad, evitando que las mieles importadas puedan desplazar la producción local a través de precios artificialmente bajos.
-
Control riguroso de las importaciones: Exigen que se implementen mayores controles sobre las mieles importadas, especialmente aquellas procedentes de países como China, para asegurar que cumplan con los estándares de calidad y seguridad alimentaria que se exigen a los productores nacionales.
-
Etiquetado transparente: Proponen que se obligue a etiquetar de forma clara el país de origen de la miel, permitiendo que los consumidores puedan identificar fácilmente si el producto que están adquiriendo es de origen español o si proviene de terceros países.
-
Medicación eficaz contra la varroa: La organización agraria reclama la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos para la varroa, de manera que los apicultores puedan proteger a sus colmenas de esta plaga sin recurrir a productos poco efectivos o costosos.
-
Incentivos para los jóvenes apicultores: Dado el interés creciente de los jóvenes en el sector, UPA-UCE propone que se establezcan ayudas específicas para apoyar la incorporación de nuevas generaciones al sector apícola, asegurando así su renovación y continuidad.
El sector apícola en Extremadura: un pilar estratégico con impacto ambiental y económico
El sector apícola no solo representa una fuente de ingresos para aproximadamente 1.000 profesionales en Extremadura, sino que también juega un papel clave en la preservación del medio ambiente. Las abejas son fundamentales para la polinización de cultivos y plantas silvestres, lo que contribuye significativamente a la biodiversidad y al mantenimiento de los ecosistemas naturales. Los apicultores extremeños aportan así un servicio ambiental de gran valor, que beneficia a toda la sociedad y que debería ser protegido a través de políticas de apoyo adecuadas.
La continuidad de esta actividad apícola es crucial, no solo desde el punto de vista económico, sino también desde una perspectiva ecológica. La baja polinización en caso de una reducción drástica del número de colmenas en la región tendría efectos negativos tanto en la agricultura local como en la vegetación autóctona, generando un impacto ambiental profundo.
La situación del sector apícola en Extremadura es alarmante y requiere acciones inmediatas por parte de las administraciones para proteger a los apicultores locales de la competencia desleal y los bajos precios impuestos por las mieles importadas. Desde UPA-UCE instan a implementar medidas que incluyan precios justos, un etiquetado transparente y ayudas para combatir enfermedades en las colmenas, como la varroa. La apicultura es una actividad estratégica que no solo genera ingresos y empleo en las zonas rurales de Extremadura, sino que también desempeña un papel esencial en la conservación de los ecosistemas. El apoyo institucional resulta imprescindible para que los apicultores puedan continuar su labor y contribuir al equilibrio ambiental de la región.