UPA-UCE Extremadura ha comenzado hoy con la tradicional “pegada de carteles” en Mérida y Miajadas la campaña electoral para las próximas elecciones al campo del 12 de marzo. En palabras de Antonio Prieto, la organización se presenta a estos comicios “con mucha fuerza” para demostrar “el compromiso con el sector agroganadero que venimos desarrollando desde hace más de treinta años”.
Prieto destaca la implantación de la organización “en todas las comarcas extremeñas y en todos los sectores productivos”, lo que la convierte en una organización de referencia para los profesionales del sector.
El programa de UPA-UCE se centra en impulsar la igualdad en el mundo rural, la incorporación de los jóvenes al sector, la mejora de las explotaciones y la defensa de la explotación familiar y profesional. Además, contempla propuestas específicas para todos los sectores agrícolas y ganaderos de Extremadura.
“Los agricultores y ganaderos garantizamos la calidad y la seguridad de los alimentos, por lo que necesitamos precios justos para seguir produciendo” reclama Prieto, que añade que la organización “va a continuar denunciando los abusos que se mantienen en la cadena y las políticas injustas con el sector”.
“Estamos muy cerca de los agricultores y ganaderos, a pie de campo, para ayudarles y asesorarles en el trabajo diario de su explotación. Por eso nuestro lema se centra en la labor que desde hace años venimos realizando: UPA-UCE me ayuda, y está contada en primera persona por todos los que formamos esta organización: agricultores y agricultoras, ganaderos y ganaderas, trabajadores y trabajadoras… poniendo de manifiesto que luchamos y lucharemos para defender los intereses y necesidades de cada productor”.
Además, Prieto destaca el compromiso de UPA-UCE con el futuro del sector: “Somos campo y somos futuro, porque desde UPA-UCE hace años que venimos reivindicando el papel fundamental del sector agroganadero en el desarrollo económico, social y medioambiental de nuestra región y nuestro país. Estamos orgullosos de nuestro trabajo porque tiene valor y contribuye a fijar población en el medio rural, a generar empleo y a la sostenibilidad de los territorios en los que se desarrolla. Y esto es una garantía de futuro”, concluye.