Extremadura se encuentra en plena cosecha del maíz, con más del 60% recolectado y ya, aseguran desde UPA – UCE, se puede asegurar que la producción va a ser un poco más baja que el año pasado, con un volumen de 560.000 toneladas, lo que representa un 6,3% menos que la campaña pasada. Esto se ha debido a incidencias climáticas como los pedriscos, pero sobre todo los vientos que han tumbado muchas plantas dificultando la recolección. Sin olvidar la incidencia que el tiempo seco durante la recolección ha permitido que la calidad del maíz sea muy buena y además con unas condiciones de humedad excelentes.
Por otro lado, desde la organización agraria están preocupados por la disminución de superficies que este cultivo está teniendo en nuestra región en estos últimos años, que ha pasado de casi 50.000 hectáreas en 2016 a poco más de 44.000 hectáreas en esta campaña. Esta reducción es consecuencia, sin duda, por la caída de rentabilidad de las explotaciones; que por un lado se debe al incremento de costes, como los de los fitosanitarios, ya que hay que incrementar el número de tratamientos por la reducción de materias activas. Pero sobre todo, por la especulación en los precios de este producto. Ya que cuando comenzó la cosecho se han hecho caer los precios de manera artificial a pesar de tener una producción en Extremadura y en España menor que la del año pasado.
Por todo esto, desde UPA-UCE Extremadura recomiendan a los agricultores que tengan posibilidades, que almacenen y no vendan hasta que se produzca una subida de los precios.
Y sobre todo, reclaman a las administraciones que controlen las exportaciones que se realizan en plena campaña, porque son las que están generando esta bajada de precios, y que se están utilizando de manera interesada por los intermediarios. Es necesario que se ponga atención sobre este cultivo por su importancia dentro de nuestros regadíos tanto por la superficie que ocupa, como por su función de regulación del resto de cultivos.