
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Extremadura (UPA-UCE) ha realizado un llamamiento a las partes implicadas en las negociaciones del convenio del campo, resaltando la necesidad de alcanzar un acuerdo que beneficie al sector agrario. ya los miles de trabajadores que dependen de este convenio. Ignacio Huertas , secretario general de UPA-UCE, subraya que este convenio es el que afecta al mayor número de trabajadores en Extremadura, por lo que su actualización es prioritaria para garantizar la estabilidad en el sector.
El contexto del convenio del campo en Extremadura
Importancia del convenio
El convenio del campo es el marco regulador que define las condiciones laborales para miles de trabajadores agrícolas en Extremadura, una región donde el sector agrario desempeña un papel crucial en la economía. Según datos de UPA-UCE, en 2024 había más de 50.000 trabajadores empleados directa o indirectamente en tareas agrícolas. Este sector representa cerca del 8% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad autónoma.

Principales respuestas en las negociaciones
UPA-UCE destaca que las negociaciones que comienzan este jueves tienen como objetivo principal alcanzar “un acuerdo de mínimos” que no limita la posibilidad de que los empresarios ofrezcan mejores condiciones que las establecidas en el convenio, como ya ocurre en como sectores el vitivinícola y el hortofrutícola. Sin embargo, uno de los problemas centrales es la falta de mano de obra disponible, lo que amenaza la sostenibilidad de muchas explotaciones agrícolas.
La falta de mano de obra: un desafío crítico
Un problema estructural
La falta de mano de obra en el campo extremeño es una cuestión recurrente. Según datos de UPA-UCE, más del 25 % de las explotaciones en Extremadura tuvieron dificultades para cubrir puestos de trabajo en campañas clave durante 2024, especialmente en la recolección de frutas y hortalizas. Esta situación se agrava debido a la baja movilidad laboral y la competencia con otros sectores que ofrecen mejores condiciones.
Medidas propuestas por la UPA-UCE
Ignacio Huertas ha señalado varias propuestas para hacer frente a este desafío, entre ellas:
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Flexibilización de las horas extraordinarias: Actualmente, las horas extras están altamente penalizadas, lo que dificulta su uso como herramienta para responder a picos de demanda laboral. Huertas propone que estas condiciones se ajusten para permitir una mayor remuneración a los trabajadores y, al mismo tiempo, garantizar la viabilidad de las explotaciones.
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Certidumbre y estabilidad jurídica: UPA-UCE resalta que el acuerdo anterior, al mantenerse vigente mientras se negocia uno nuevo, genera seguridad jurídica tanto para trabajadores como para trabajadores, fomentando un clima adecuado para las negociaciones.
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Atracción de mano de obra suficiente: La organización agraria subraya la importancia de establecer un marco atractivo que incentive la incorporación de trabajadores al sector, tanto locales como migrantes, a través de mejores condiciones laborales.
Avances y desafíos del último convenio
En el convenio anterior, firmado en 2021, se implementaron modificaciones significativas, como ajustes salariales y mejoras en la seguridad laboral. Sin embargo, UPA-UCE señala que el enfoque actual debe estar en actualizar y no en realizar grandes reformas. Este marco actualizado debe adaptarse a las nuevas realidades del sector , como los cambios climáticos, la digitalización de procesos agrícolas y las fluctuaciones en los precios de los productos.
La visión de UPA-UCE: un acuerdo para todos
Beneficios de un acuerdo equilibrado
Desde la UPA-UCE, se insiste en la necesidad de que el convenio sea “aceptable para ambas partes” . Según Huertas, un acuerdo equilibrado permitirá:
- Estabilidad económica: Reducir la incertidumbre que afecta a las decisiones de inversión y producción en las explotaciones agrarias.
- Mejor captación de mano de obra: Crear un entorno laboral competitivo que atraiga a trabajadores locales y foráneos.
- Fomentar la cohesión social: Garantizar derechos laborales justos para los trabajadores agrícolas, contribuyendo al desarrollo rural de Extremadura.
Un marco inclusivo para el futuro.
El secretario general también destaca que el convenio debe ser un marco inclusivo que contemple las necesidades de los pequeños agricultores y grandes empresas. “Este convenio tiene un impacto directo no solo en el empleo, sino también en el mantenimiento de la agricultura familiar , que es clave para nuestro modelo de desarrollo rural”, afirma Huertas.
Conclusión: hacia un campo extremeño más fuerte
El llamamiento de UPA -UCE Extremadura refleja la urgencia de establecer un convenio del campo que responde a las necesidades actuales del sector. La falta de mano de obra, junto con las dificultades económicas y sociales, exige soluciones inmediatas y efectivas. Las negociaciones que se inician esta semana serán cruciales para definir el futuro de miles de trabajadores y de un sector que es fundamental para la economía extremeña