Unións Agrarias, una de las principales organizaciones agrarias de Galicia, ha denunciado con vehemencia lo que considera un desprecio intolerable hacia el sector vacuno por parte de la Xunta de Galicia.
El anuncio de la retirada de ayudas a esta producción, realizado recientemente en el Parlamento de Galicia, ha encendido las alarmas en el sector agroganadero, generando una ola de indignación. Esta medida, según la organización, pone en peligro a uno de los pilares más importantes del campo gallego, especialmente en un momento crítico en que el sector enfrenta graves retos de adaptación y una necesaria renovación generacional.
Un paso atrás injustificable: El impacto de la retirada de ayudas
El sector vacuno de Galicia no solo representa una parte importante de la economía rural, sino que también desempeña un papel clave en la preservación de los ecosistemas y en la dinamización del medio rural. La retirada de las ayudas, anunciada por el director general de Agricultura e Industrias Agroalimentarias en el Parlamento, ha sido vista por Unións Agrarias como un retroceso inaceptable. Estas ayudas fueron implementadas hace apenas un año para mitigar el impacto de los crecientes costes de producción y la difícil situación económica por la que atravesaba el sector, y estaban comprometidas a mantenerse durante al menos dos años.
Según datos proporcionados por la organización, el sector vacuno en Galicia genera más de 350 millones de euros anuales, contribuyendo de manera significativa a la economía de la región. Existen más de 8.000 explotaciones ganaderas dedicadas al vacuno de carne en Galicia, muchas de ellas en manos de productores de edad avanzada que enfrentan dificultades para adaptarse a las nuevas exigencias de bienestar animal y de sostenibilidad impuestas por las normativas europeas.
El futuro incierto del sector vacuno en Galicia
Uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector es el de la renovación generacional. La edad media de los titulares de las explotaciones de vacuno es superior a los 55 años, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de atraer a jóvenes agricultores a este ámbito. Sin embargo, la falta de incentivos y el recorte de las ayudas hacen que este proceso sea cada vez más complicado.
En este contexto, Unións Agrarias ha instado a la Xunta de Galicia a rectificar su postura y a mantener el apoyo a un sector esencial. La organización no solo se basa en razones económicas, sino también en el papel social y medioambiental que desempeñan las explotaciones ganaderas en Galicia. Según Unións Agrarias, el modelo productivo del vacuno de carne es esencial para la conservación del paisaje rural, la prevención de incendios forestales y la dinamización de las áreas rurales más despobladas.
Una estrategia de dinamización en peligro
Uno de los aspectos que más preocupa a Unións Agrarias es que los esfuerzos realizados en el pasado para crear una Estrategia de Dinamización del Sector Cárnico no se traduzcan en acciones concretas que garanticen la estabilidad del sector a largo plazo. Esta estrategia, impulsada por la Xunta, incluía una serie de medidas destinadas a modernizar las explotaciones y a mejorar la competitividad del sector. Sin embargo, la retirada de las ayudas pone en peligro todo lo avanzado.
El año pasado, se vivieron momentos de gran tensión en el sector debido a la vinculación de las ayudas de la Xunta a la comercialización de solomillos bajo la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Gallega. Este plan, según Unións Agrarias, fue mal concebido desde el principio, provocando pérdidas económicas significativas y una saturación del mercado que afectó gravemente a muchos productores.
Reivindicaciones del sector: Un apoyo imprescindible
Ante esta situación, Unións Agrarias exige a la Xunta que rectifique y mantenga el apoyo económico a una producción que, según la organización, «no puede permitirse pasar un año sin el respaldo de la Administración». El sector necesita, más que nunca, realizar inversiones importantes para cumplir con las nuevas exigencias normativas, especialmente en lo que se refiere al bienestar animal y al acondicionamiento de las explotaciones.
Además, Unións Agrarias ha solicitado que se revisen los criterios de concesión de las ayudas para evitar que parte del sector quede excluida, como ocurrió en el pasado. La organización propone que la Xunta trabaje en mecanismos que permitan integrar las ayudas al sector vacuno en la Política Agraria Común (PAC), lo que garantizaría una mayor estabilidad y previsibilidad en el apoyo a largo plazo.
Un sector estratégico para Galicia
El sector vacuno de carne representa una parte vital de la estructura productiva rural gallega. No solo genera empleo y riqueza en áreas donde otras actividades económicas son escasas, sino que también juega un papel crucial en la preservación del medio ambiente y en el mantenimiento del equilibrio territorial. Según un informe reciente, el sector cárnico vacuno es responsable de más del 30% de la producción ganadera de Galicia, un dato que subraya su importancia estratégica.
El impacto social de este sector va más allá de la producción de carne. Las explotaciones ganaderas de vacuno en Galicia, muchas de ellas de tamaño familiar, son fundamentales para el mantenimiento de la biodiversidad y la gestión sostenible del territorio. En este sentido, Unións Agrarias ha recordado que el abandono del sector podría tener consecuencias desastrosas, no solo para la economía, sino también para el paisaje y la biodiversidad de la región.
La Xunta debe actuar con responsabilidad, según Unións Agrarias
Unións Agrarias ha dejado claro que no aceptará que la Xunta de Galicia se desentienda de los problemas del sector vacuno. La retirada de las ayudas es vista como una traición a un compromiso previo y como un incumplimiento de la ley, dado que el propio presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, había garantizado la continuidad de estas ayudas durante dos años.
La organización agraria ha hecho un llamamiento a la Xunta para que rectifique su postura y mantenga el apoyo a un sector que, además de su relevancia económica, juega un papel fundamental en la sostenibilidad medioambiental y en la vitalidad de las áreas rurales gallegas. En un momento en el que el campo gallego enfrenta retos sin precedentes, es esencial que la Administración actúe con responsabilidad y garantice la supervivencia del sector vacuno.