La Unión de Uniones ha vuelto a insistir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que resuelva con máxima celeridad la denuncia que presentó en 2022. En esta denuncia, la organización pidió una investigación contra Bonpreu y Lidl por presuntamente haber fijado precios idénticos en la venta de leche de vaca UHT de marca blanca durante más de cuatro años consecutivos.
La solicitud de la Unión de Uniones coincide con la realizada por la organización de consumidores FACUA-Consumidores en Acción, que basó su denuncia en un estudio de precios del 2 de septiembre de 2024. Según este estudio, hasta varias cadenas —entre las que se incluyen Día, El Corte Inglés, Alcampo, Carrefour, Lidl, Aldi y Eroski— habrían ofrecido precios idénticos para sus marcas blancas de leche, tanto con lactosa como sin lactosa.
La fijación de precios y su impacto en el sector lácteo
La Unión de Uniones considera inaceptable que, aun habiendo una denuncia pendiente, las grandes cadenas de distribución sigan operando de manera impune. Esta situación, según la organización, refleja la falta de control sobre las prácticas comerciales abusivas, las cuales permiten que los distribuidores continúen aumentando sus márgenes a costa de los productores de leche y de los consumidores.
En particular, la Unión de Uniones subraya el impacto devastador que estas prácticas tienen sobre los ganaderos de leche. La organización señala que muchos de estos productores están al borde de la ruina debido a la imposición de precios por parte de las grandes superficies. Este problema se agrava porque las cinco principales cadenas de distribución controlan más del 51 % del mercado lácteo en España, lo que genera una posición de dominio que perjudica gravemente a los productores y consumidores.
Los ganaderos en crisis: exigencias de un precio justo
En este contexto, la Unión de Uniones insiste en que es fundamental establecer un precio justo y estable para la leche. Los ganaderos no pueden seguir operando en un mercado donde la leche se utiliza como un simple producto reclamo, una estrategia empleada por las grandes superficies para atraer a los consumidores sin considerar los costes de producción.
El uso de la leche como reclamo comercial se ha convertido en una estrategia habitual entre las grandes cadenas, donde los precios se mantienen artificialmente bajos para atraer a más consumidores. Sin embargo, este método lleva a que los ganaderos trabajen a pérdidas, ya que no reciben un precio que cubra los costos de producción. En este sentido, la Unión de Uniones advierte que, si no se toman medidas, se seguirá fomentando el abandono de la actividad ganadera en el sector lácteo.
Incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria
Uno de los puntos centrales en los que incide la Unión de Uniones es el incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria. Esta legislación, creada para proteger a los productores y garantizar que no vendan por debajo de los costes de producción, se está viendo socavada por la falta de controles y la inacción de las autoridades.
La organización pide una mayor implicación de los gobiernos y una aplicación efectiva de las leyes, en especial la Ley de Defensa de la Competencia y la Ley de la Cadena Alimentaria. Estas leyes son cruciales para evitar situaciones de reventa a pérdidas, una práctica que va en detrimento de los productores y distorsiona el mercado.
Además, la Unión de Uniones subraya la importancia de establecer límites claros en cuanto a qué cuota de mercado debe considerarse una posición de dominio. Actualmente, las cinco principales cadenas de distribución concentran más de la mitad del mercado, lo que les otorga un poder desmesurado sobre los precios y las condiciones comerciales. En este sentido, se requiere una regulación más estricta para impedir que continúen imponiendo precios que no reflejan la realidad del mercado.
El llamamiento a la acción política
Para resolver esta situación, la Unión de Uniones también pide a las administraciones que no rehúyan sus responsabilidades en el control de las prácticas comerciales de la industria y la distribución. Solicitan que se establezcan medidas, controles y sanciones disuasivas que limiten las malas prácticas y permitan una competencia justa.
Es esencial que se adopten medidas efectivas para garantizar un mercado justo y sostenible en el que los ganaderos no se vean obligados a trabajar por debajo de sus costes de producción. De lo contrario, el sector lácteo en España corre el riesgo de sufrir un deterioro irreversible.
La organización también hace un llamamiento a la CNMC para que investigue y sancione a las empresas que incumplen la normativa. Según la Unión de Uniones, no se puede permitir que las grandes superficies sigan actuando de manera impune, y es crucial que la CNMC cumpla con su labor de supervisión y sanción en beneficio de los productores y consumidores.
Datos que respaldan la crisis del sector lácteo
El precio de la leche en origen ha sido una de las principales preocupaciones de los ganaderos en los últimos años. En 2023, según datos del Ministerio de Agricultura, el precio medio de la leche en origen era de 0,43 euros por litro, mientras que los costes de producción superaban los 0,50 euros por litro, lo que deja a los ganaderos trabajando con pérdidas constantes.
Por otro lado, los supermercados continúan manteniendo márgenes elevados, con precios de venta al público que, en ocasiones, no reflejan la realidad del mercado. En el caso de las marcas blancas de leche UHT, los precios se han mantenido sorprendentemente similares en diversas cadenas, lo que refuerza las acusaciones de fijación de precios que tanto la Unión de Uniones como FACUA han denunciado ante la CNMC.
Una situación insostenible para el sector lácteo
La situación actual del sector lácteo en España es insostenible para los productores, quienes se ven atrapados en una dinámica de precios bajos impuesta por las grandes superficies. La Unión de Uniones pide una acción inmediata para que se investigue la fijación de precios denunciada y se sancione a las cadenas que se aprovechan de su posición de dominio.
Si no se adoptan medidas, el futuro de los ganaderos y la sostenibilidad del sector lácteo estarán en peligro, con un impacto directo en el abastecimiento y la calidad de los productos para los consumidores.