El Plan de control poblacional del conejo de bosque impulsado por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Cataluña afecta ya a 147 municipios de la provincia de Lleida, repartidos en seis comarcas agrícolas clave. La organización agraria Unió de Pagesos ha reclamado medidas adicionales y mayor eficacia en la gestión de esta sobrepoblación que, según advierte, está ocasionando graves perjuicios a los cultivos y a la viabilidad económica de las explotaciones agrarias de la zona.
Una amenaza creciente para la agricultura leridana
La presencia masiva de conejos de bosque (Oryctolagus cuniculus) se ha convertido en una de las mayores preocupaciones del sector agrícola en Les Garrigues, la Noguera, el Pla d’Urgell, el Segrià, el Urgell y la Segarra, comarcas en las que se ha detectado un incremento persistente de los daños sobre cultivos herbáceos, olivos, almendros y cereales.
El nuevo Plan de control poblacional, redactado un año después de la aprobación del Decreto-ley 5/2024, representa el segundo intento institucional para reducir el número de ejemplares, tras los resultados poco concluyentes de las acciones anteriores.
Municipios afectados por el plan
El plan abarca un total de 147 municipios, distribuidos de la siguiente manera:
| Comarca | Número de municipios |
| Les Garrigues | 24 |
| La Noguera | 30 |
| Pla d’Urgell | 16 |
| Urgell | 20 |
| Segrià | 36 |
| La Segarra | 21 |
Unió de Pagesos exige ajustar el sistema de control
Según Unió de Pagesos, el plan vigente necesita correcciones sustanciales. La organización considera insuficiente la estructura actual de zonas de gestión —que se dividen en zona de actuación, zona de alerta y otras categorías intermedias— si no se incorporan criterios de seguimiento más exigentes, así como un calendario claro para disminuir progresivamente el riesgo en cada área.
El sindicato propone que se fijen objetivos de capturas mínimas anuales por zona, en función del nivel de riesgo agrícola. Esta metodología permitiría una transición más eficaz entre las distintas zonas hasta alcanzar el riesgo bajo en todas ellas al final del periodo de aplicación del Plan, previsto para diciembre de 2029.
Emergencia cinegética si no se cumplen objetivos
Uno de los puntos clave señalados por Unió de Pagesos es que el Plan no debe ser prorrogado en caso de fracaso. En base al Decreto-ley 5/2024, si no se consiguen los objetivos establecidos, se debería declarar la emergencia cinegética en las zonas afectadas, lo que implicaría una intensificación de las medidas de control, incluyendo batidas masivas, caza nocturna autorizada y otros mecanismos excepcionales.
Evaluación de daños: proponen un nuevo sistema de indicadores
Otro aspecto señalado por el sindicato es la necesidad de disponer de un sistema eficaz de evaluación del impacto agrícola real. Para ello, propone que el indicador principal sea la prevalencia anual de daños en parcelas agrícolas en todas las zonas de gestión, y que se tenga en cuenta toda la información disponible:
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Peritajes de Agroseguro
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Comunicaciones en oficinas comarcales
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Correos electrónicos de aviso
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Formularios de comunicación de daños que, según el Decreto-ley, debe habilitar el Gobierno para los titulares de explotaciones afectadas
Un problema estructural que exige voluntad política
La sobrepoblación de conejos no solo representa una amenaza inmediata a las cosechas, sino que también pone en evidencia las limitaciones de las políticas de gestión de fauna cinegética en zonas agrícolas intensivas. La falta de equilibrio entre conservación y productividad agraria genera un conflicto que, año tras año, se cronifica en comarcas como Les Garrigues o La Noguera.
Para Unió de Pagesos, la situación actual exige un compromiso institucional firme y sostenido, con medidas de largo plazo, más allá de los planes quinquenales. Asimismo, subrayan la necesidad de dotación presupuestaria suficiente, mayor coordinación con los cazadores, y simplificación de los trámites administrativos para activar las medidas.
Conclusión: una lucha contra el tiempo y la pasividad
El caso de la Plana de Lleida es paradigmático: los conejos han pasado de ser una especie de caza menor a convertirse en una plaga persistente y muy dañina para el agroecosistema local. Mientras no se implementen mecanismos de control eficientes, los agricultores seguirán siendo los grandes perjudicados.
La demanda de Unió de Pagesos no es nueva, pero sí más urgente que nunca: un plan de acción riguroso, una evaluación continua y transparente y, sobre todo, la garantía de que, si el plan fracasa, habrá consecuencias. Porque en muchos campos de Lleida, la cosecha está en juego.
