Unió de Pagesos considera que el incremento de un 20% de media del precio del aceite de oliva que perciben los productores esta campaña no implica que se hayan disparado los precios en origen, ya que teniendo en cuenta los costes de producción que implica el cultivo, este aumento sólo permite garantizar la actividad en el sector.
El precio en origen se sitúa ahora en 3,77 euros por kilo de media, según Poolred (entidad que elabora los precios diarios del aceite), un 20% por sobre los 3,15 euros por kilo de hace un año y un 11% por sobre los 3,50 euros por kilo de final de 2016.
Para el sindicato hay que tener en cuenta que el precio actual del aceite de oliva virgen extra de 3,70 euros el litro, es similar al de la campaña anterior, e incluso menor que en la de hace doce años, 2005 -2006, en la que se superaron los 4,20 euros el litro.
Unió de Pagesos recuerda que el precio medio percibido por los agricultores catalanes por sus aceitunas entre 2009 y 2015 fue de 0,32 euros por kilo, y de 2,20 euros el litro de aceite de oliva virgen extra, un nivel de precio por debajo de los costes de producción de la mayoría de explotaciones, lo que las situó en el límite de la rentabilidad.
Además, desde el 2015, las condiciones climáticas como las fuertes sequías de los países productores han supuesto un descenso de las existencias a nivel mundial, lo que a estas alturas está comportando un aumento moderado del precio del aceite de oliva esta campaña 2016-2017 respecto a las anteriores.
El aumento del 20% del precio de esta campaña es consecuencia de un descenso del 20% de producción de aceite en todo el mundo y de un 15% en la Unión Europea. El último informe de la Comisión Europea (CE), de febrero, estima que esta campaña la producción total mundial se cerrará con 2.676.000 toneladas de aceite, un 20% inferior a la campaña 2015 a 2016. En la Unión Europea (UE) la producción será de 1.850.000 toneladas, un 15% inferior a la campaña anterior.
Por otra parte, los países no comunitarios sufrirán un descenso del 3% de la producción. Además, la CE estima que acabará la campaña con unos stocks de 344.000 toneladas en la UE, por debajo de la media de 460.000 toneladas de las últimas cinco campañas. El Estado Español sufrirá un descenso de sólo el 6% de la producción, pero en países vecinos como Italia se estima que el descenso será del 49% de la producción, del 36% en Grecia y del 24% en Portugal.
Sin embargo, Unió de Pagesos señala que el aumento del precio en origen es moderado si se considera la falta de oferta de aceite en el mercado. Además, hay que insistir en que los precios pagados a los productores españoles se encuentran muy por debajo de los precios que perciben los productores italianos, que en el mes de enero cobraban el aceite a 5,90 euros por kilo, un 64% más que los españoles , que lo recibían a 3,60 euros por kilo. El precio del aceite pagado al productor español se encuentra al nivel del precio pagado al griego o el tunecino, cuando los costes de producción en estos países es bastante inferior.
Sin embargo, este aumento moderado del precio en origen del aceite todavía no se ha trasladado a los lineales de las grandes superficies y supermercados. Según los datos del Ministerio de Economía, el precio de venta al público del aceite de oliva virgen extra más frecuente la semana del 6 al 12 de marzo fue de 4,84 euros el litro, algo por sobre los 4 , 72 euros el litro de la semana anterior, y, lo más destacable, al mismo nivel que hace un año, cuando los consumidores encontraban este aceite por 4,82 euros el litro. Para Unió de Pagesos, estas cifras demuestran que la estrategia de la distribución consiste en seguir utilizando el aceite de oliva como producto reclamo. En este sentido, el sindicato estará atento a cualquier posible incumplimiento de las normas de competencia y de comercio por parte de la distribución en el caso de observar indicios de venta a pérdidas por parte de los operadores.
Unió de Pagesos apela a la responsabilidad de todos los agentes que participan en el mercado del aceite de oliva para no crear alarmismo cuando los precios en origen, como ocurre ahora, son más altos que años anteriores pero en realidad sólo permiten cubrir costes a los agricultores, y para pagar el precio que corresponde a los productores cuando el mercado se encuentre más saturado.