Unió de Pagesos traslada a la Generalitat la urgencia de articular una ayuda directa para cultivadores de herbáceos por los graves daños climáticos

Agronews Castilla y León

16 de septiembre de 2022

cerealista

Unió de Pagesos alerta al Departamento de Acción Climática de la Generalitat de Cataluña de la necesidad urgente de que los agricultores dedicados a los herbáceos disponga de una ayuda directa para hacer frente a los gastos de la próxima campaña y para evitar que quede superficie sin sembrar, lo que agravaría la crisis existente, debido a las importantes pérdidas de este año por los daños climáticos. El sindicato pide también una mejora en el seguro agrario, que ha demostrado ser ineficaz e insuficiente.

Todos los territorios excepto el noreste de Cataluña han tenido bajadas drásticas de rendimiento en los herbáceos de secano (cereal de invierno, oleaginosas y leguminosas de grano) por la sequía, las heladas de abril y los golpes de calor de mayo . Las comarcas más afectadas son Garrigues, Segarra, Urgell, Pla d'Urgell, Segrià, Noguera, Pallars Jussà, Solsonès, Anoia, Vallès Oriental y Occidental, Bages, Berguedà, Osona, Alt Penedès, Baix Llobregat y Conca de Barberà, aunque el resto de Tarragona y de las Terres de l'Ebre también han visto mermada gravemente la producción.

Las pérdidas de rendimiento en cereal de secano han ido entre el 40% y el 80% de una producción media en las comarcas de Barcelona, ​​Lleida, Tarragona y Terres de l'Ebre, y en cereal de regadío, entre el 30% y el 40% de media en esos territorios.

En leguminosas de grano, las pérdidas oscilan entre el 60% y el 100%, sobre todo en las comarcas de Lleida, especialmente en la Segarra, que ha sido del 100%. En oleaginosas también fueron las comarcas de Lleida las más afectadas, con pérdidas de rendimiento entre el 60% y el 70%, mientras que en los demás territorios fueron de un 30%.

En el Berguedà, Osona, Solsonès, Ripollès, Noguera, Alt Urgell, Cerdanya, Pallars Jussà y Sobirà, Alta Ribagorça y Val d'Aran, aparte de la disminución de la cosecha, también ha habido un gran bajón de la producción de forraje, con pérdidas superiores al 50%, ya que tras el primer dajo, que sufrió problemas de sequía, se sumaron las heladas y el golpe de calor.

El incremento de precio del cereal no ha compensado la pérdida de kilos por el extraordinario aumento de los costes de producción. Los fertilizantes nitrogenados como la urea o el gasóleo B se han incrementado un 193% y un 75%, respectivamente, respecto a la media de 2020, según el Observatorio Agroalimentario de Precios de Acción Climática. Además, el precio de la semilla para la próxima campaña, que ya ha comenzado con la siembra de colza, es desorbitado, con aumentos que pueden superar el 35% respecto al de la pasada campaña.

Ante esta situación, el seguro agrario ha continuado ofreciendo coberturas insuficientes, también en los herbáceos extensivos de secano. Sin embargo, cerca del 70% de la superficie se asegura, mientras que en los forrajeros, la que se asegura no llega al 2%.

El no poder asegurar el rendimiento real en el secano, sumado a precios de indemnización que son la mitad del precio real de mercado y la franquicia que asume cada asegurado es, mayoritariamente, del 30% (no puede ser inferior al 30% de de acuerdo con el sistema actual) provoca que las indemnizaciones percibidas por el seguro no permitan compensar la pérdida de cosecha ni cubrir los costes de producción.



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