Unió de Pagesos, que tiene el compromiso de la Federación Catalana de Caza y Agrupcat para llevar a cabo las actuaciones necesarias en caso de comunicaciones de daños de jabalíes en los cultivos, después de haber mantenido conversaciones con las dos entidades esta semana, pide al Administración que trabaje intensamente para conseguir el consenso necesario para que la temporada de caza mayor comience con normalidad, teniendo en cuenta la grave situación que supone la sobrepoblación de estos animales.
El sindicato ha trasladado esta necesidad de consenso, a través de una carta, a la directora general de Ecosistemas Forestales y Gestión del Medio, Anna Sanitjas, en relación al llamamiento de la Federación Catalana de Caza y Agrupcat de no iniciar la temporada de caza mayor debido a la obligación de comunicar las redadas con antelación prevista en la Resolución de vedas, condición que dificultaría mucho la actividad.
El sindicato considera que si no se logra este consenso antes del 1 de septiembre habría que retirar este punto, como proponen las entidades de cazadores, porque dificulta mucho la actividad, y es imprescindible establecer medidas para facilitarla, dada la grave situación de sobrepoblación que sufre el campesinado en los últimos años. Esta situación es especialmente grave en las comarcas de Girona, para las que el sindicato ha pedido ya la declaración inmediata de la emergencia cinegética.
Unió de Pagesos se suma a la petición de la Federación Catalana de Caza para una convocatoria extraordinaria del Consejo de Caza de Cataluña y también pide a la Dirección General de Ecosistemas Forestales y Gestión del Medio que vele por la puesta en marcha yde las tablas de cogestión para el control de daños de especies cinegéticas en los diferentes Servicios Territoriales, así como para la declaración de la emergencia cinegética en la que los indicadores superen los umbrales previstos en la normativa.
El sindicato reitera que la situación de daños, tanto de los jabalíes en la mayor parte del país, como de conejos en la llanura de Lleida, es muy grave, y que las actuaciones de control de los cazadores son una de las herramientas al alcance, aunque no suficiente, para mejorar la situación. El control de estas poblaciones debe poder llevarse a cabo todo el año si se quiere evitar los daños en momentos concretos.