
Unió de Pagesos insiste, al inicio de la vendimia en zonas de Cataluña con variedades tempranas como el chardonnay, que el viticultor debería percibir por encima de 0,60 euros el kilo de uva, también en lo que se refiere a las variedades de base para cava de guarda, para poder ganarse la vida, teniendo en cuenta las consecuencias que comportará la baja producción de este año debido a la sequía.
En este sentido, el sindicato destaca que existen fincas de la variedad chardonnay que tendrán unas producciones muy escasas, algunas entre 2.000 y 3.500 kilos por hectárea, cuando en un año sin los graves efectos de la sequía pueden llegar a 7.000 o 8.000 kilos por hectárea.
Por otra parte, debido al poco desarrollo de los viñedos, habrá viticultores y viticultores cosecharán a mano para evitar que la máquina rompa los sarmientos (ramas de donde sale la uva) y no quede brotes (brotes de la viña) por poder podarla en invierno. Esto implicará una inversión de más tiempo para cosechar, con mayor gasto económico, que no se verá compensada con el precio en origen que las empresas pagarán por la uva.
Además, el viticultor, señalan desde el sindicato, debe sumar costes como el gasóleo, tratamientos fitosanitarios y poda, entre otros, que se han ido realizando a lo largo del año, así como el alquiler del transporte de uva de la finca a la bodega, que este año será especialmente más caro por la dificultad de llenar los remolques frente a la producción más escasa.