Unió de Pagesos hace un llamamiento a los ciudadanos para que valoren la alta calidad de la leche que se produce en Cataluña y el hecho de que sea un producto de proximidad a la hora de ejercer su derecho como consumidores, y recuerda la situación de grave crisis por la que pasan los ganaderos, con precios en origen bajo costes de producción y que pone en peligro la continuidad de las explotaciones. Para el sindicato, esta situación de crisis incluso puede dejar de activar la economía en el ámbito rural y, en definitiva, el equilibrio para el país.
Esta organización considera que los datos de las administraciones y parte de la industria que cuantifican pérdidas en el consumo de leche líquida en los hogares en Cataluña y el Estado (un 29% menos que hace 15 años, según el Ministerio), muchas veces para justificar precios bajos pagados en origen, no demuestran que este descenso sea real ya que el consumo de productos lácteos (yogur, queso, etc) se mantiene, y supone una parte importante del gasto de los alimentos que se adquieren. El consumo de leche líquida y de derivados lácteos representa el 12,13% del gasto total de alimentos en los hogares españoles, y el 17% si se cuenta en unidades de volumen / peso, según fuentes del Ministerio de Agricultura. El gasto en leche líquida fue en 2015 en el Estado de 2.323 millones de euros y de casi 5.794 millones de euros en derivados lácteos. Además, hay que tener en cuenta que Cataluña sólo produce un 60% del total de la leche que consume, según datos del propio Ministerio.
En este contexto de crisis del sector, el sindicato denuncia la inacción de la Unión Europea ante prácticas de países comunitarios, que exportan sus excedentes lácteos en Cataluña y en el Estado a unos precios a veces muy por debajo costes de producción, y que para los ganaderos conlleva graves perjuicios por la competencia desleal que suponen estas acciones.
El aumento de las importaciones de productos lácteos confirma la dura competencia que supone para la producción y la industria catalanas. En España, sólo la importación de quesos de otros países de la Unión Europea (UE) se ha incrementado un 8,2% entre 2013 y 2015. En cuanto a la mantequilla, en el mismo período las importaciones aumentaron un 28%, y las de la leche descremada en polvo, un 24%, según datos del Observatorio de la Unión Europea.
El sindicato recuerda que estas importaciones conllevan a veces, tal como ha denunciado en reiteradas ocasiones, prácticas ilegales, como la presunta venta a pérdidas, por parte de la gran distribución, y una competencia desleal con la producción de la agricultura catalana. En este sentido, Unió de Pagesos también hace un llamamiento a la industria láctea ubicada en Cataluña y en el sector comercial y de la distribución de alimentos para que tengan en cuenta esta situación y faciliten a los consumidores la información necesaria para poder reconocer el origen los productos del país.
Por ello, el sindicato insiste, tras muchos años de reivindicarlo a la administración catalana, en la creación de un sello o distintivo que certifique el origen de la leche producida en Cataluña. El Parlamento Europeo apoya, en este sentido, a la obligatoriedad del etiquetado sobre el origen de los productos lácteos (y cárnicos) después de que un estudio europeo haya revelado que el 84% de los ciudadanos de la Unión Europea quieren conocer donde se han producido los productos que consumen.
Por otra parte, entre 1992 y diciembre de 2015 en Cataluña cerraron 87% de explotaciones lecheras (3.756), y entre enero de 2015 y marzo de 2016 la pérdida fue del 6,4% (39 explotaciones).
