Unió de Pagesos calcula, en una primera valoración, que las fuertes vientos que se produjeron viernes, sábado y domingo pasados en gran parte de Cataluña han dañado un 30% de la viña y entre el 35 y el 80% de cereza, entre otros cultivos, teniendo en cuenta que las cantidades son variables en función de las comarcas y poblaciones.
En el municipio de Horta de Sant Joan (Tarragona), los vientos del fin de semana han dañado el 30% de vid, el 60% de frutos secos (básicamente, almendra), y el 60% de cereza, que ha caído en el suelo, y ya estaba afectada por la granizada que hubo hace un mes.
En Gandesa, el viento ha afectado en un 30% de media las variedades de vid como garnacha y syrah, y en un 50% la de tempranillo.
En Corbera de Ebro, la cereza dañada llega al 50 o 60%, y algunas variedades de vid, al 30%. En Vilalba dels Arcs también se ha perdido un 30% de vid (el tempranillo 45%).
Los municipios de Garcia, Ginestar y la Torre del Español, de Ribera de Ebro, han perdido el 35% de las variedades tempranas de nectarina y melocotón, que ya estaban listos para comercializarse, mientras la pérdida de albaricoques llega al 60%, y la de cereza en el 50%.
En el Baix Segre (Segrià) se ha dañado entre el 35 y el 40% de la cereza y el albaricoque que ya estaban a punto de cosechar.
En Vila-seca (Tarragona) los vientos afectaron un 50% de algarrobos, y Vallmoll (Alt Camp) los brotes tiernos de los avellanos que sufrieron la granizada del año pasado también se han visto muy afectados.
En las poblaciones de El Morell, La Pobla de Mafumet, Constantino, Vilallonga del Camp y Alcover, los avellanos jóvenes han resultado muy arrugados por la fuerza del viento, y los más viejos tienen muchos brotes rotos.