Unió de Pagesos ha pedido al departamento de Agricultura la convocatoria urgente del Grupo de Trabajo del seguro de compensación por pérdida de pastos, ya que, un año más, el sistema de imagen por satélite utilizado para detectar la sequía no refleja la realidad de la falta de pastos. El sindicato pide mejoras para que sea efectiva.
Esta organización agraria ha alertado desde hace años sobre las carencias que sufre este sistema de valoración, ya que el satélite sólo detecta la masa vegetativa, que no se corresponde con el volumen de la cosecha. Por otra parte, para llegar a percibir indemnización es necesario que durante más de tres decenas o períodos de diez días, se detecte sequía.
Unió de Pagesos analizó hace unos años el territorio de montaña para detectar las diferentes características de los pastos dentro de cada comarca, y trasladó los datos al Departamento, lo que conllevó que, a la hora de hacer la valoración de la sequía, se segmenta algunas comarcas en zonas más homogéneas.
La situación de este año es un ejemplo de estas carencias: la meteorología de la pasada primavera ha propiciado el crecimiento de unos pastos poco abundantes que detecta el satélite, pero no es capaz de detectar el pequeño tamaño y el volumen de vegetación. Como consecuencia, la sequía detectada es insuficiente y se considera que la explotación no le corresponde ninguna indemnización, mientras que la cosecha de los ganaderos ha sido nula o muy reducida. Así, los ganaderos tienen que suplir esta escasa cosecha con la compra de alimento para el ganado, lo que supone un sobrecoste para las explotaciones extensivas, que ya viven en una situación económica sensible.
Según los ganaderos de la zona, la valoración de pérdidas en pasto por la sequía ha sido, este año, en el primer siega o aprovechamiento de entre el 70 y el 80% en el Pallars Sobirà; en el Alt Urgell y la Cerdanya, del 90%, y el Ripollès, del 60%.
Esta producción poco abundante de forraje se explica teniendo en cuenta los datos del Servicio Meteorológico de Cataluña, porque, en abril, las temperaturas han sido altas y llovió poco, o muy poco en algunas zonas. En mayo, Cataluña sufrió un calor extremo durante la primera quincena, en varias zonas del Pirineo y Prepirineo. En la segunda quincena, las temperaturas cayeron de golpe, y en el Pirineo nevó, especialmente en el extremo occidental. El mes terminó con tormentas abundantes en poco tiempo y con vientos que alcanzaron los 122 km / h en el Ripollès y el Pallars Sobirà. Este hecho es relevante en relación con la sequía de los pastos, ya que estas crecen en zonas altas, donde el suelo suele ser poco profundo, y más bien arenoso, de modo que el viento seca la humedad que el suelo pueda acumular. En mayo de 2015 ha sido anómalo en cuanto a irradiación solar: con excepción del Pirineo más occidental (Valle de Arán), en el resto del país se ha registrado la radiación solar más elevada en una serie de al menos 26 años. En este sentido, las zonas más afectadas han sido la alta Cerdanya, alta Garrotxa y el alto Ripollès.
