El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Cataluña se ha comprometido a compensar los daños y perjuicios que causan los abejarucos en los asentamientos apícolas, después de reclamarlo mucho tiempo Unió de Pagesos junto con Apicultors Leridanos, la Asociación de Apicultores de Barcelona, Apicultores Gerundenses, la Asociación Catalana de Apicultores y la Cooperativa Apícola Tarraconense, según les trasladó a la Mesa sectorial de apicultura el 4 de octubre.
El sindicato alerta de que el abejaruco se expande por el territorio y ya se encuentra en zonas que están a 1.000 metros de altitud. Además, la población de ese pájaro va en aumento; entre 2002 y 2020 se ha incrementado un 78% según datos de abril de este año del Servidor de Información Ornitológica de Cataluña, dependiendo de la Generalitat.
Unió de Pagesos y las organizaciones apícolas catalanas también advierten que este año los daños del abejaruco han aumentado porque, debido a la sequía, las abejas han tenido más necesidad de salir a buscar agua pero la presencia del pájaro se lo impedía.
Unió de Pagesos presentó en noviembre de 2020 el estudio Afectación económica del abejaruco en el sector apícola en Cataluña en la Dirección General de Medio Natural, en el que cuantificaba pérdidas de 5,16 kilos de miel por colmena por los efectos de abejaruco. A esta cifra habría que sumar las vinculadas a otros productos derivados, como el polen, el propóleo, la jalea real y la cera, así como la ocasionada por los daños del abejaruco a las colonias de abejas.
