Hora de comer. Nos sentamos a la mesa pero, antes de servirnos el plato y junto a la servilleta, ahí está, esperando ser el acompañamiento perfecto: el trozo de pan. Sin querer casi a diario realizamos un examen minucioso del pan: Si está crujiente o no, el color, la textura o el sabor. Por ello y para descubrir las enormes variedades de este producto tan español Pan cada Día ha ofrecido unos pequeños trucos para catarlo de forma profesional.
Según aseguran existen múltiples factores que influyen en el resultado final del “currusco” de pan que tenemos sobre la mesa: El tipo de cereal empleado, la tasa de extracción de la harina, los parámetros del amasado, el tipo y la duración de fermentación o la clase de horno empleado en la cocción.
EN UN DATO
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En España hay casi 300 variedades diferentes de pan
«El pan puede distinguirse incluso por el oído según la crujencia que tenga»
Y esa reacción se nota en el cuerpo «en general, los atributos sensoriales de los alimentos se pueden clasificar en función de los sentidos involucrados en su percepción, aquellos relacionados con: la vista (atributos de apariencia), el tacto (atributos de textura, en mano y en boca), el olfato (atributos de olor/aroma), olfato y gusto (atributos de flavor), e, incluso, el oído (crujencia del pan)» explica María Jesús Callejo , profesora del departamento de Química y Tecnología de la Universidad Politécnica de Madrid.
Desde miel a vainilla… en el pan
Una cata diferente, la del pan, en la que intervienen varios aspectos que van desde la miga donde se podrá comprobar la firmeza en la fase táctil o la humedad en la bucal hasta la corteza en la que se podrán comprobar los atributos del olor y en el que, según aseguran, se pueden llegar a percibir olores como cereal, levadura, lácteo, miel, frutos secos, vainilla, malta, galleta, tostado, chocolate entre otros. Todo un universo nuevo el de las catas de este producto que, sin embargo, está al lado del plato de comida. Cada día.
