Un congreso el próximo fin de semana en la localidad burgalesa de Medina de Pomar estudiará el avispón asiático «del derecho y del revés»

Agronews Castilla y León

18 de julio de 2016

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Venenos, trampeos, método troyano, especies enemigas… El avispón asiático va a ser el centro de atención, y estudio, el próximo fin de semana en Medina de Pomar. La Asociación Avispa Asiática de Burgos ha organizado un interesante congreso para abordar un tema que preocupa y mucho en la provincia, sobre todo en Las Merindades. Nos referimos a la plaga de Vespa velutina, o avispón asiático, una especie muy agresiva con las abejas y especialmente dañina para la producción de miel.

El encuentro comenzará el viernes por la tarde, con una jornada destinada a los ciudadanos, en la que se explicará cuál es el problema al que nos enfrentamos con esta plaga y, lo más importante, cómo debemos actuar frente a la misma. Y es que muchas veces no sabemos qué tenemos que hacer cuando avistamos un ejemplar de velutina o nos encontramos con un nido, ha explicado Roberto Puch, de la Asociación Avispa Asiática. Por ese motivo se ha elaborado un plan de actuación para Castilla y León.

La Junta ha autorizado las trampas tras capturar más de 300 ejemplares esta primavera

El documento incluye información sobe a quién avisar si vemos un nido, a través del teléfono 012, o cómo podemos quitar un nido de avispón asiático. En clave más profesional, se marcan normas y consejos para los apicultores, los que deben enfrentarse a diario a la presencia de las velutinas, ocuáles son las mejores fechas para la instalación de las trampas. Y es que la Junta de Castilla y León, tras muchas reivindicaciones, por fin ha autorizado los trampeos, después haber capturado en sus propias trampas 374 ejemplares esta primavera.

Profesional

La segunda jornada tendrá lugar el sábado, y está destinada a profesionales, ya sea apicultores, técnicos, ingenieros agrarios, bomberos, trabajadores de ayuntamientos y diputaciones… Se ha invitado a personal de las nueve provincias de Castilla y León, ya que el congreso quiere convertirse en una cita de referencia regional. Al otro lado, como ponentes, estarán apicultores del País Vasco, que llevan varios años conviviendo ya con la plaga, investigadores de la Universidad del País Vasco o responsables de empresas productoras de venenos.

Se hablará sobre los tipos de venenos que existen contra el avispón asiático, de las trampas y, por supuesto, del método troyano. En este último caso, la Asociación Avispón Asiático aprovechará para pedir a la Junta de Castilla y León que le permita investigar sobre su aplicación en la Universidad de Burgos, o en cualquier otra universidad de la región. Puch ha asegurado que están “a favor” del método, pero “exige una investigación muy seria” para clarificar cuáles pueden ser las consecuencias ambientales de su utilización.

El veneno podría entrar en la cadena trófica a través de la alimentación

El troyano consiste en convertir a un ejemplar de Vespa velutina en un Caballo de Troya. Se le rocía con el veneno, se le quitan las patas traseras y, cuando vuela a su nido, envenena a sus compañeros. Se trata de un método muy efectivo, ha reconocido Puch, pero si no se maneja con cuidado podría llegar a producir un envenamiento de especies en cadena. Y es que el veneno diseñado para el troyano es muy persistente, así que se corre el riesgo de que entren en la cadena trófica y de la velutina pasen a otras especies a través de la alimentación.

Métodos de control

De ahí la necesidad de realizar una investigación, ha insistido Puch. Y, por ese mismo motivo, en Castilla y León aún no se ha autorizado el troyano, como tampoco lo ha hecho el Gobierno Vasco, donde la velutina se considera plaga desde 2010, ha recordado. Así que mientras se investiga sobre el troyano, los apicultores y la sociedad en general tendrán que lugar contra el avispón asiático con otros métodos. El primero, las trampas, para captura al mayor número posible de reinas y limitar la proliferación de nidos.

Otro de los sistemas en disparar a los nidos, cuando se encuentran fuera del casco urbano, ha explicado Pucho, para luego poder rociarlos con insecticidas y larvicidas. Y cuando el método del disparo no es viable, la alternativa son las pértigas, unas cañas de pescar de unos 30 metros de longitud que suben el veneno a los nidos. Sistemas que permiten ir controlado la plaga, ha recordado Puch, pero que nunca conseguirán su erradicación, porque la Vespa velutina ha venido para quedarse.

Patricia Carro – www.burgosconecta.es


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