En Burgos 150 jóvenes solicitaron en 2015 esta línea de ayudas, que está financiada con fondos de la Junta de Castilla y León, del programa europeo FEADER y del Gobierno de España, de la que finalmente 100 se han beneficiado con subvenciones que oscilan entre 20.000 y 70.000 euros, que les han permitido incorporarse a un sector estratégico y fundamental para la comunidad.
Esta medida de modernización e impulso de las explotaciones ha contribuido a que 388 jóvenes de la provincia se inicien en la actividad agraria desde 2012, de los cuales 311 son hombres y tan solo 77, lo que supone 19,84 % de los beneficiarios, son mujeres.
La ayuda económica, que variará en función de la puntuación obtenida por cada uno de los solicitantes y que rondará los 35.000 euros, contempla la adquisición de cualquier elemento necesario para la explotación agraria, como tierras, edificios, maquinaria o instalaciones. Además, no será necesario justificar los primeros 20.000 euros de la prima.
Esta partida no es el único beneficio que obtienen los jóvenes que se incorporan al sector primario en el ámbito rural, sino que también tendrán acceso a la Reserva de Derechos de pago básico, a un complemento en las ayudas directas de la PAC durante los cinco primeros años de su instalación y estarán exentos del impuesto de transmisiones patrimoniales.
Por otra parte, tendrán prioridad en la adjudicación de superficies de cultivo procedentes del Fondo de Tierras Disponibles de Castilla y León, así como en el aprovechamiento de recursos agropecuarios.
El importe destinado en 2015 a estas ayudas para la primera instalación supera los 3,5 millones de euros, aunque los jóvenes interesados en herramientas y elementos más eficientes para el desarrollo de la actividad tienen acceso a un segundo plan de ayudas cuyo fin es la modernización de las explotaciones de Burgos.
En este sentido, la Junta de Castilla y León avanza en una de las prioridades fundamentales para el sector agrario como es el relevo generacional y el acceso de la mujer a dichas actividades, con lo que, además, se contribuye al incremento del número de familias residentes en el medio rural.
Situación del sector agrario en la provincia de Burgos
La provincia de Burgos tiene aproximadamente 500.000 hectáreas de cultivos, que representan el 20 % de toda la superficie destinada a este fin en Castilla y León y el 24 % de la producción de cereales.
Burgos es la primera productora a nivel nacional de trigo y ocupa la primera o segunda posición como productora a nivel nacional de cebada, dependiendo del año. El cultivo del girasol también está plenamente implantado en la provincia ocupando unas 60.000 hectáreas, de las que se obtienen elevados rendimientos, especialmente, en las zonas de Bureba y Merindades.
En la provincia se desarrollan tres denominaciones de origen de vinos, entre las que destaca por superficie y producción la Denominación de Origen Ribera del Duero, con unas 16.000 hectáreas de plantación y 197 bodegas. Otra Denominación de Oigen es Arlanza, con cerca de 400 hectáreas de cultivo, que engloba a 280 viticultores y 16 bodegas. Además hay una plantación de 60 hectáreas en la zona noreste perteneciente a la D.O. Rioja, así como los viñedos de Chacolí que tratan de impulsar determinados viticultores de la zona norte.
