
Un vecino de la provincia de Lérida, ha sido condenado a la pena de 9 meses de prisión, multa, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo y pago de indemnización por los daños y perjuicios causados, así como de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular.
Dicha sentencia, firme y sin que quepa recurso alguno contra ella, se ha impuesto por la posesión para la venta de plantas ilegalmente reproducidas de variedades vegetales protegidas de melocotón y nectarina.
Esta sentencia ha sido dictada a fecha 21 de septiembre de 2015, por la Ilustrísima Audiencia Provincial de Lérida que ha ratificado la Sentencia del Juzgado de lo penal núm. 3 de la misma localidad.
Desde Geslive se quiere destacar que la sentencia confirma la validez de los análisis genéticos para la identificación varietal, así como la responsabilidad del vivero en cuya posesión se encontraron las plantas ilegalmente reproducidas.
La multiplicación y la posesión para la venta de material vegetal de variedades protegidas sin disponer de licencia, son delitos contra la propiedad industrial recogidos en el Código Penal con hasta tres años de prisión.
Tras la última modificación del Código Penal, por la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, modificando la anterior Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, el delito por la explotación no autorizada de variedades vegetales protegidas se ha visto agravado con penas de hasta tres años de prisión. El endurecimiento de las penas por delitos contra la Propiedad Industrial reconoce la importancia del trabajo del obtentor y el impacto que tienen las infracciones de sus derechos.
El coste medio del desarrollo de una nueva variedad vegetal es superior a 2 millones de euros, y supone no menos de 10 años hasta que se lleva al mercado.
Las consecuencias del uso ilegítimo de variedades protegidas:
Las infracciones de los derechos sobre variedades protegidas constituyen un fraude masivo en muchas especies frutales: arándanos, melocotón, nectarino, almendro y albaricoque, entre otros.
En el caso de la provincia de Lérida, melocotón-nectarina y manzana son los principales cultivos afectados por esta sentencia.
Geslive recomienda a todos los productores y comercializadores de fruta asegurarse de la identidad y origen legal del material vegetal con el que operan: El uso de material vegetal ilegal tiene graves consecuencias no sólo para los obtentores, a los que supone pérdidas multimillonarias.
Para el agricultor, el material vegetal producido clandestinamente puede dar resultados deficientes, comprometiendo la producción y se expone a que se le exija el arranque de la plantación y a indemnizar al obtentor. Además pone en riesgo al resto de la cadena de suministro, desde el comercializador en origen, al supermercado que son responsables legales si se detecta, en cualquier fase de la comercialización fruta procedente de plantaciones ilegales.
Este tipo de fraude supone también un atentado contra la seguridad del consumidor, al limitar la trazabilidad de los alimentos que consume.