Un 6% menos de producción de patatas en la zona NEPG

Agronews Castilla y León

15 de noviembre de 2022

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En su última reunión del 9 de noviembre de 2022, el NEPG estima que la producción global de patatas de 2022 en la zona NEPG (UE-04) se reducirá en un 6% respecto al año pasado para situarse en los 21,2 millones de toneladas mientras que en la anterior llegaron a 22,2. Mientras que un 6,1% baja en la comparativa en relación a las cinco campañas previas pues ese valor es de 22,6 millones.

PAÍSES

Las lluvias de septiembre ayudaron a una buena parte de los campos de patatas a hacer toneladas adicionales a finales de septiembre y principios de octubre. La producción global es más alta de lo previsto, pero hay grandes diferencias regionales, con zonas del norte de los Países Bajos con muy buenos rendimientos (debido a las mayores precipitaciones, y también al riego generalizado). En las zonas del oeste y el norte de Alemania los rendimientos están principalmente en la media. Las zonas de algunas partes de Bélgica y aún más de Francia tuvieron rendimientos muy decepcionantes. En estas zonas, algunos agricultores no podrán cumplir la totalidad de sus contratos.

ASÍ, el mayor descenso productivo lo vive Bélgica con una merma, frente a la campaña pasada del 18,7% al caer de los 4,4 millones de toneladas de patata en la 2021 a las actuales 3,6, reducción que es del 17% sobre la media del último quinquenio (4,3 millones de T).

Alemania sufre una merma de producción del 4% frente a 2021 ya que pasa de 8,3 millones a 7,9 mientras que sobre el promedio de las cinco campañas anteriores esa caída es del 2,3% (8,1 millones)

Uno de los principales competidores de España, Francia ve como se han recogido, en la campaña en curso, 5,9 millones de toneladas, un 9,5% menos que en la anterior, cuando fueron 6,5 y un 8,2% menos que sobre las cinco campañas anteriores que promediaron 6,4 millones.

Situación opuesta viven los Países Bajos con un incremento productivo del 13,3% al alcanzar los 3,68 millones de tonelada, en la 2021 fueron 3,2, pero el aumento sobre las cinco recogidas anteriores es del 2,1% pues esos datos se situó en 3,6 millones.

RENDIMIENTOS

En 2022, los rendimientos por hectárea fueron más diferentes y repartidos entre países, regiones y explotaciones que nunca. Las influencias climatológicas locales (distribución muy desigual del t° y de las precipitaciones) y el hecho de que se haya utilizado o no el riego, han dado lugar a grandes diferencias de rendimiento que van desde menos de 30 t/ha hasta más de 65 t/ha…

42.100 kilos por hectárea es el promedio en el territorio NEPG, cayendo un 7,8% sobre 2021 cuando fueron 45,6 toneladas y reduciéndose en un 6,7% sobre el promedio de las cinco últimas campañas.

Bélgica cuantifica una media de 38.900 kg/ha (-21%), Alemania 42,2 T (-7%) y Francia baja hasta los 39.000 kg (-10,3%), mostrando sólo los Países Bajos incrementos que llegan al 5% frente a 2021 al alcanzar los 48.000 kilos.

COSTES DE PRODUCCIONES Y SUPERFICIE 2022

Los elevados costes de producción (actuales y previstos) y los buenos precios de los cereales han incitado a los agricultores a sembrar más cereales (cebada y trigo). Esto repercutirá en la superficie de patatas.

No ha habido ningún agricultor en la zona NEPG que no haya sentido el aumento de los costes de producción durante los últimos meses. Aquí se muestran dos ejemplos, pero se podrían mostrar una docena de otros precios o índices diferentes.

De media, en la zona NEPG, entre octubre de 2021 y octubre de este año, los precios de la electricidad han subido un 280% (entre un 50 y un 500% de aumento). Durante el mismo periodo, los precios del gasóleo han subido un 55 % (entre un 34 y un 95 % de aumento).

Si se combinan no sólo los costes de producción más elevados, sino también la tendencia a la disminución de los rendimientos por hectárea (debido al cambio climático, la fatiga del suelo…), los costes de producción por tonelada han aumentado y están aumentando aún más.

PRECIOS CONTRATOS

Los precios y las condiciones de los contratos deben tener en cuenta estas evoluciones si los transformadores no quieren arriesgarse a tener menos hectáreas y a que les falten patatas la próxima temporada. Una de las formas de pagar el valor justo (precios contractuales) de las patatas es trabajar con indicadores de precios de coste. Los próximos precios de contrato podrían estar vinculados a una serie de índices de precios (energías, fertilizantes, maquinaria y equipos, tarifas de los contratistas, edificios y dispositivos de almacenamiento…). Otra forma de ver las cosas sería empezar a mirar los costes de producción del agricultor y utilizarlo como herramienta para establecer los contratos. Al fin y al cabo, ¿no decide un agricultor producir una cosecha porque puede obtener un beneficio con ella?, se preguntan desde la NEPG en un comunicado de prensa.



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