En un movimiento que ha generado debate en toda Europa, la Unión Europea (UE) ha dado el primer paso para rebajar el estatus de protección del lobo en su territorio, a pesar de la oposición de España. La votación, que se ha enfrentado a defensores de la biodiversidad y al sector ganadero, ha abierto un nuevo capítulo en la gestión de esta especie emblemática en el continente. La medida ha sido recibida con gran controversia, dado que supone un cambio significativo en la protección que ha tenido este depredador durante años.
El debate sobre la protección del lobo en Europa
La propuesta de la Comisión Europea de reducir la protección del lobo ha sido respaldada por una mayoría de 21 países miembros , en una votación clave realizada a cabo por los embajadores de la UE. Sin embargo, aún falta que los ministros den su visto bueno, lo cual se espera suceda en una próxima reunión este jueves. Esta votación forma parte de un proceso en el marco del Convenio de Berna , un tratado clave que regula la protección de especies en el continente europeo.
El sector ganadero, especialmente en países como España y Alemania, ha sido uno de los principales impulsores de esta modificación. Las Organizaciones agrarias han argumentado que la población de lobos en Europa ha crecido hasta un punto donde ya no es sostenible manteniendo una protección estricta. Según esta organización, «semanalmente, cientos de ganaderos de toda Europa sufren las devastadoras consecuencias de los ataques del lobo, matando animales y viendo amenazados sus medios de vida». Las pérdidas económicas derivadas de estos ataques, según datos de Eurostat , superan los 100 millones de euros anuales en toda la UE, lo que ha generado una presión considerable sobre los gobiernos nacionales.
España vota en contra a pesar de la presión ganadera
A pesar de la creciente presión del sector agrario, España ha optado por votar en contra de la rebaja en la protección del lobo. Junto con Irlanda, ha sido uno de los pocos países en oponerse a la medida. Esta decisión ha sorprendido a muchos, dado que España alberga una de las poblaciones de lobos más grandes de Europa Occidental, con aproximadamente 2.500 lobos distribuidos principalmente en el norte del país . La Península Ibérica es uno de los últimos refugios para el lobo en el sur de Europa, lo que convierte la gestión de esta especie en un asunto particularmente delicado.
El sector ganadero español ha criticado duramente la postura del Gobierno, señalando que esta decisión no refleja las necesidades de los ganaderos que se enfrentan a pérdidas constantes debido a los ataques de lobos. Las organizaciones agrarias en su conjunto aseguraba que que el lobo ya no era una especie en peligro de extinción, y mantener su protección estricta sólo aumenta el sufrimiento de miles de ganaderos que soportan cada día las incursiones de este depredador
El papel de Alemania y otros países en la votación
Uno de los principales impulsores del cambio ha sido Alemania , que ha defendido la coexistencia del lobo y el ganado . En los últimos años, Alemania ha visto un crecimiento en su población de lobos, que ha pasado de unos pocos individuos en los años 90 a más de 1.000 ejemplares en la actualidad . Este aumento ha generado tensiones entre los defensores de la naturaleza y los agricultores, especialmente en regiones como Sajonia y Baja Sajonia , donde los ataques de lobos han aumentado considerablemente.
Además de España e Irlanda, otros países como Bélgica, Chipre, Eslovenia y Malta optaron por abstenerse en la votación. Esto deja un panorama dividido en cuanto a la gestión del lobo en Europa. Sin embargo, el respaldo de la mayoría de los Estados miembros, incluidos grandes países como Francia, Italia y Polonia , sugiere que la tendencia en la UE es hacia una mayor flexibilidad en la gestión de esta especie.
Implicaciones para el Convenio de Berna
La modificación propuesta por la Comisión Europea implica un cambio en el estatus del lobo dentro del Convenio de Berna , que pasaría de una protección estricta a una protección simple . El Convenio de Berna, establecido en 1979 y suscrito por 50 países , incluidos los 27 Estados miembros de la UE , es un tratado internacional que busca garantizar la conservación de la vida silvestre en Europa.
El apoyo de los países de la UE era un paso clave para que la Comisión Europea pudiera llevar esta propuesta ante el Consejo de Europa , que es la institución encargada de gestionar el Convenio de Berna. La próxima reunión del Comité Permanente del Consejo de Europa está programada para la semana del 2 de diciembre , por lo que la Comisión debe presentar formalmente la enmienda antes del 27 de septiembre . Si la enmienda es aceptada, Bruselas podría luego revisar las reglas comunitarias que rigen la protección del lobo en los Estados miembros.
¿Qué significa esta rebaja para el futuro del lobo en Europa?
La rebaja en la protección del lobo podría tener importantes implicaciones para el futuro de esta especie en Europa. Por un lado, los defensores del cambio argumentan que permitirá a los ganaderos proteger mejor a su ganado, ya que las normas actuales impiden en muchos casos la eliminación de lobos que atacan a animales domésticos. En regiones como Francia , donde los ataques de lobos causaron la muerte de más de 12.000 ovejas en 2022 , según datos del Ministerio de Agricultura francés , la flexibilización de las normas de protección del lobo es vista como una medida necesaria para garantizar la viabilidad del sector ganadero.
Por otro lado, los ecologistas y defensores de la fauna advierten que esta rebaja podría poner en peligro décadas de esfuerzos de conservación. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) , el lobo ha sido una especie clave para la recuperación de los ecosistemas europeos, y su presencia contribuye a controlar las poblaciones de otras especies, como los jabalíes y los ciervos, que pueden causar daños a los cultivos.
La decisión de la Unión Europea de rebajar la protección del lobo ha desatado una fuerte controversia que enfrenta a ganaderos y conservacionistas en toda Europa. Mientras algunos países, como Alemania y Francia , apoyan la medida para proteger al sector ganadero, otros, como España e Irlanda , han expresado su preocupación por las posibles repercusiones para la conservación de esta especie icónica. En los próximos meses, será crucial seguir cerca de cómo evoluciona esta situación y qué impacto tendrá sobre el futuro del lobo en el continente europeo.
