La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) ha manifestado su preocupación y malestar por la actual situación del sector cerealista en la región. A través de una denuncia formal, la organización agraria ha hecho visible el fuerte descenso en los precios de los cereales en origen, lo que podría llevar a transformar una campaña relativamente buena en términos de producción en un desastre económico para los agricultores.
Precios en origen en caída libre: Cebada y trigo, las más afectadas
Los principales cultivos afectados por esta bajada de precios son la cebada y el trigo, productos esenciales en la agricultura de Castilla y León. Según UCCL, el precio de estos cereales en origen ha sufrido una reducción significativa, lo que ha provocado una preocupación generalizada en el sector.
Las cifras son preocupantes: el precio de la cebada, que hace apenas unos meses se cotizaba a unos 220 euros por tonelada, ha caído a niveles cercanos a los 180 euros, una bajada de alrededor del 18%. El trigo, por su parte, ha descendido de 240 euros por tonelada a 200 euros, lo que supone una disminución del 16,7%. Estas reducciones ponen en peligro la viabilidad económica de muchas explotaciones agrarias que dependen de la rentabilidad de estos cultivos.
UCCL advierte de que este tipo de fluctuaciones en los precios no es solo circunstancial, sino que podría convertirse en una tendencia que comprometería aún más a los cerealistas de la región. “La caída de precios se está extendiendo de manera alarmante”, señala la organización en un comunicado reciente.
Desigualdad de precios en la cadena de valor: La paradoja del pan y el pienso
A pesar de la caída de los precios en origen, la bajada no se ve reflejada en los precios de los productos derivados, lo que agrava aún más la situación. Los ganaderos no están viendo una reducción significativa en el precio de los piensos, que utilizan para alimentar a sus animales, lo que añade presión a otro sector clave de la economía rural. Además, el precio final del pan tampoco ha disminuido, lo que plantea la pregunta de a quién está beneficiando realmente esta reducción de precios.
Este desequilibrio entre lo que perciben los agricultores y el importe final de los productos derivados es un problema estructural que, según la citada OPA, debería ser atendido por las autoridades competentes. Mientras los cerealistas ven cómo sus ingresos se reducen, los consumidores siguen pagando prácticamente lo mismo por productos esenciales como el pan. Esto pone de manifiesto una disparidad en la cadena de valor que penaliza especialmente a los productores.
La competencia desleal de las importaciones de Ucrania
Uno de los principales factores que han contribuido a esta situación es el aumento de las importaciones de cereal procedente de Ucrania. En los últimos meses, se ha registrado una entrada masiva de trigo y cebada ucranianos en el mercado español a precios muy competitivos, lo que ha desestabilizado aún más el sector.
El impacto de estas importaciones ha sido devastador para los agricultores locales, quienes no pueden competir con los precios tan bajos de los cereales ucranianos, muchos de los cuales llegan a España sin las restricciones o aranceles adecuados. UCCL ha señalado que esta situación no solo perjudica a los cerealistas de Castilla y León, sino que también pone en riesgo el futuro del sector agrario en España.
Para combatir esta situación, la organziación agraria exige la implementación de mecanismos de intervención, como la imposición de aranceles, que permitan asegurar precios justos por encima de los costos de producción. De no tomarse medidas inmediatas, advierten, muchos agricultores se verán obligados a vender sus cosechas por debajo del precio de coste, lo que sería económicamente insostenible.
Movilizaciones para visibilizar la situación
Con el fin de denunciar esta crisis y exigir soluciones, la UCCL ha convocado una serie de movilizaciones. Una de las más destacadas será la concentración en el puerto de Santander el próximo 25 de septiembre de 2024, donde se espera una importante participación de cerealistas y otros actores del sector agrario. Esta protesta se llevará a cabo en la Calle Muelle Maliaño, S/N, y se extenderá desde las 11:00 hasta las 15:00 horas.
La elección del puerto de Santander no es casual. Según UCCL, este punto es uno de los principales centros de entrada de cereales importados, especialmente de Ucrania, y la concentración busca llamar la atención sobre la falta de control y regulación en las importaciones que están afectando tan gravemente a los agricultores locales.
Antes de esta movilización, la UCCL ha programado una rueda de prensa en Madrid el 23 de septiembre, a las 11:00 horas, frente a la Comisión Europea en España. Durante este evento, se espera que la organización exponga de manera detallada el impacto de la entrada masiva de cereal extranjero en el mercado español y los problemas derivados de la falta de protección para los productores nacionales.
Una cosecha empañada por la caída de precios
En un año que podría haber sido relativamente positivo en términos de producción, la bajada de los precios ha supuesto un jarro de agua fría para los agricultores. La cosecha de cereales en Castilla y León ha sido, en términos generales, aceptable, con una producción media que podría haber reportado buenos beneficios a los agricultores si los precios hubieran permanecido estables.
En cifras, se estima que la región ha producido cerca de 4,5 millones de toneladas de cereales en esta campaña, un aumento del 5% con respecto al año anterior. Sin embargo, la caída de los precios, sumada al aumento de los costos de producción, ha neutralizado gran parte de estos posibles beneficios.
Desde UCCL, insisten en que es necesario poner fin a esta tendencia bajista para evitar que los agricultores sigan trabajando en condiciones económicas adversas. “No podemos permitir que los cerealistas sigan vendiendo por debajo de sus costos de producción”, afirman desde la organización, haciendo un llamamiento a las instituciones nacionales y europeas para que actúen de manera urgente.
Conclusión: Un sector en crisis que exige soluciones
El sector cerealista de Castilla y León atraviesa un momento crítico. A pesar de una cosecha aceptable, los agricultores enfrentan una caída generalizada de los precios, impulsada en parte por las importaciones baratas de Ucrania. Las movilizaciones convocadas por la UCCL buscan visibilizar esta situación y exigir a las autoridades medidas que protejan a los productores nacionales. El futuro del sector agrario en la región depende, en gran medida, de que se tomen medidas urgentes para estabilizar los precios y garantizar la viabilidad económica de los agricultores.
