UCCL considera insuficiente el «alzado de rastrojos» aprobada por la Consejería de Agricultura y Ganadería para tratar de controlar la población anómalas de topillos para próximas campañas pero no solucionará los daños que actualmente están causando a los cultivos que aún están en plena producción como los de regadío como alfalfas, remolachas, patatas, maíz…
Desde esta Organización se solicita que se sigan adoptando desde la Administración Regional todas las medidas para combatir al roedor: aplicación de rodenticidas en reservorios naturales donde el agricultor no puede actuar, limpieza de cunetas, seguimiento de la plaga… Además, se demanda que se flexibilicen los tratamientos con rodenticidas para los agricultores ya que con las pautas marcadas desde la Consejería de Agricultura y Ganadería son pocos los que se atreven a utilizar los productos suministrados por la Junta sin miedo a represalias.
UCCL también plantea, una vez que pase el riesgo de incendio, la posibilidad en los meses de septiembre y/u octubre de la quema controlada de rastrojos que es una de las medidas más eficaces para la reducción de las poblaciones anómalas de topillo campesino