La igualdad entre hombres y mujeres sigue sin llegar al medio rural, en el Día internacional de la Mujer se ponen de manifiesto muchos datos que demuestran esa desigualdad, en el caso del sector primario, por ejemplo, las mujeres trabajadoras han bajado un 24% en los últimos cuatro años, según Coag. Pero además de las muchas cifras que se ofrecen en jornadas como esta, esa desigualdad se refleja en el día a día de las que han decidido hacer de la agricultura y/o la ganadería su profesión. Inés Velasco es, desde 2002, la titular de la explotación de vacuno de leche que tiene, junto a su marido, en la localidad leonesa de Aldea del Puente, la heredó, a través de una cesión, de su madre que también, durante una temporada, fue titular de la explotación, ya que una enfermedad de su padre le obligó a dejarla.
Han pasado 14 años desde que tomó las riendas del negocio y cuenta cómo aún hoy muchos se sorprenden cuando ella explica que es la titular de la explotación y su marido el cotitular, “para mí es normal, pero muchas veces me preguntan, pero ¿tú no eres la cotitular?”. Inés recuerda cómo históricamente la mujer era la que “se quedaba en la granja y el hombre trabajaba el campo, pero el titular siempre era él, ellas trabajaban en la sombra”.
[[{«fid»:»26427″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:972,»width»:1296,»style»:»width: 450px; height: 338px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 5px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Cuando su madre, a través de una cesión, le dejó la explotación, en ella comenzó a trabajar también su marido que “no tenía nada ver con este mundo”, desde entonces han ido aumentando el número de cabezas y han invertido en mejorar la producción. Asegura que el acceso al medio rural es “complicado” para la mujer a pesar de que hay ayudas específicas, una dificultad que se agrava aún más en el caso de la ganadería, “sobre todo si es de vacuno de leche debido a los precios que hay”.
En lo que no nota desigualdad de género es a la hora de negociar el precio de la leche, da igual que seas hombre o mujer, “porque el precio lo marca la industria”
“Soy privilegiada por cobrar 31 céntimos por litro de leche”
Ser mujer ganadera en el medio rural no es fácil, pero si, además, se le suma una crisis de precios como la que vive el sector lácteo actualmente, la situación se complica aún más. Inés Velasco ordeña 70 vacas de un total de 140 cabezas. Lleva 14 años en el negocio y reconoce que cuando empezó en 2002 los precios “eran mejores que ahora”, sin embargo “no hay comparación en los costes de producción, ni en las inversiones. Está todo muy descompensado y hemos perdido mucho dinero”.
Ellos venden la leche a la industria a 31 céntimos el litro, tres por debajo de lo que las organizaciones agrarias han marcado como mínimo para cubrir los costes de producción, pero aún así se siente “privilegiada porque a otros ganaderos les pagan 24 céntimos o menos”. En su caso, la ganadería está combinada con agricultura y eso les permite “salvar el bache porque reducimos los costes de producción”.
El 1 de abril les tocará renovar el contrato con la industria láctea y “la persona que les visita en su representación ya les ha avisado de que se prevé una reducción del precio”, aunque, explica, “de momento no sabemos nada”. En cualquier caso es tajante “vienen con los contratos ya hechos y, o lo firmas, o te quedas con la leche en casa”.
Desde pequeña ha vivido de cerca la realidad del sector del vacuno de leche, exigente los 365 días del año, pero recuerda que antes las explotaciones que se cerraban eran “las que estaban al borde de la jubilación y ahora vemos cierres de gente joven, de 40 años, a los que aún queda mucha vida por delante, pero que tienen que dejarlo porque con el precio que se paga no se puede vivir”. En su caso lo tiene claro, de momento las cuentas les sale, pero si algún día dejase de ser así, si la crisis no tiene salida “habrá que cerrar, es lo único que queda, trabajar a pérdidas es imposible, tendremos que dejar que mueran las explotaciones”, a pesar de que “todo lo que hemos ido ganando lo hemos reinvertido aquí para mejorar y porque cada vez se nos iba exigiendo más”.