El grupo azucarero Tereos (Béghin Say) anunció, recientemente, un aumento del 36% en las ventas del primer trimestre de 2022, hasta los 1.370 millones de euros
El aumento de la actividad entre abril y junio fue impulsado,principalmente, según recoge en un comunicado de prensa, por el aumento de los precios en todos los segmentos de actividad, que compensó la caída temporal de los volúmenes de azúcar y etanol vendidos en Brasil como resultado de la decisión de cerrar una planta industrial para optimizar los márgenes.
El excedente bruto de explotación (Ebitda), comunicado en datos ajustados, se duplicó en un año hasta alcanzar los 226 millones de euros.
La deuda neta de Tereos se reduce en 319 millones de euros respecto a junio de 2021, hasta los 2.370 millones. Sin embargo, debido a la subida de los precios de las materias primas y la energía, advierte que la deuda anual, que se cerrará a finales de marzo de 2023, se espera que sea mayor que a finales de marzo de 2022.
En cuanto a su actividad, el grupo cooperativo asegunra que en Francia la remolacha se está desarrollando bien a pesar de la falta de lluvia, de tal forma que, a fecha agosto, se espera que el rendimiento medio de la campaña sea superior a la media de los últimos cinco años.
Mientras, en Brasil, si bien el rendimiento de las cosechas es superior al de la campaña 2021, el grupo afirma que «el tonelaje de caña procesado seguirá siendo inferior a la media de los últimos cinco años aunque confían en que los volúmenes producidos y vendidos aumenten en comparación con 21/22.
Tereos, que sufrió una grave crisis de gobernanza en 2020 y que desde abril está dirigida por Ludwig de Mot como presidente del consejo de administración, anunció también que había decidido «pasar de un modo de consejo de supervisión y de gestión a un consejo de administración formado por nueve miembros, responsable de todas las actividades del grupo». Afirma que «para una mayor eficacia, la cooperativa ha creado un consejo cooperativo, compuesto por 18 cooperativistas, que examina y garantiza la gestión de las actividades agrícolas, industriales, comerciales y financieras relacionadas con los cultivos de los cooperativistas. Este nuevo modo de gobierno refleja las funciones y responsabilidades de los cooperativistas, los representantes elegidos y los gestores del grupo», afirma.
