El pasado día 11 de noviembre el BOE publicó un Decreto con cambios para poder percibir las ayudas de la PAC en el 2018, entre los que destaca la prohibición esparcir purines con cisterna por bandeja o cañón, exigiendo su inyección en el suelo y la obligación de enterrar los estiércoles sólidos. Se permite, eso sí, a las Comunidades Autónomas, establecer excepciones, que deberán estar debidamente justificadas. UAGN ha solicitado una reunión urgente a la Consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, Isabel Elizalde, a la que acudirán agricultores, ganaderos y cooperativas afectadas.
Entre las normas de la condicionalidad que deben cumplir los beneficiarios que reciban pagos directos o determinadas primas anuales de desarrollo rural, se establece que:
- La aplicación de purín en las superficies agrícolas no podrá realizarse mediante sistemas de plato o abanico ni cañones -los más utilizados en este momento-. Se persigue así que se opte por sistemas de enterrado mediante inyectores acoplados a la cisterna de purín, lo que no solo mejora el aprovechamiento del nitrógeno como fertilizante, sino que evita pérdidas mediante lavado o mediante evaporación, que suponen una posible fuente de contaminación para el medioambiente.
- No obstante, se permite a las comunidades autónomas establecer excepciones, “atendiendo a las características específicas de las superficies afectadas, incluidas las condiciones orográficas y climáticas, u otros motivos, debiendo las mismas quedar debidamente justificadas”.
- Los estiércoles sólidos deberán enterrarse después de su aplicación en el menor plazo de tiempo posible. No obstante, se podrán exceptuar de esta obligación, si la Comunidad Autónoma así lo establece, los tipos de cultivo mediante siembra directa o mínimo laboreo, los pastos y cultivos permanentes, y cuando la aportación del estiércol sólido se realice en cobertera con el cultivo ya instalado.
Esta medida, que persigue reducir la contaminación por nitratos y por óxido nitroso, levantó una fuerte preocupación entre las ganaderos navarros de leche y porcino, principalmente, ya que la inmensa mayoría no entierran el purín mediante inyectores, un sistema poco aplicable en el minifundio y la orografía montañosa, y que además encarece los costes, al requerir más tiempo y tractores con más potencia, además de la compra de los inyectores.
Ante esta nueva problemática, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra ya ha mantenido contactos directos con responsables del departamento de Desarrollo Rural para analizar fórmulas con que abordar las exigencias del Decreto, y advertir que si se pretende aplicar la prohibición del Ministerio, en Navarra habrá un incumplimiento generalizado de la normativa, un mayor riesgo de vertidos incontrolados y de desequilibrio territorial en la aplicación de purines.
En este sentido, desde UAGN solicitan que reconsidere o se aplace la prohibición y que, de aplicarse para desde la campaña 2018 tanto lo referido a purines como a estiércoles, se haga de forma progresiva para que no resulte traumático para nuestros ganaderos; además de demandar la apertura de una línea específica de subvenciones para que los ganaderos afectados puedan adquirir la maquinaria y cisternas adecuadas que les permitan el cumplimiento de la nueva normativa.
