
La superficie de cultivo del ajo tierno en la Comunitat Valenciana ha registrado un preocupante descenso en los últimos años, reduciéndose en más de un 23% en los principales territorios productores. Según datos de LA UNIÓ Llauradora, este fenómeno está relacionado con la falta de adaptación de las variedades plantadas y con las dificultades de comercialización de este producto tan valorado en la gastronomía tradicional y de proximidad.
Los registros más recientes, correspondientes a 2023, indican que la superficie cultivada de ajo tierno en la Comunitat Valenciana se ha reducido hasta las 259 hectáreas, mientras que hace poco más de cinco años esta cifra alcanzaba las 335 hectáreas. La mayor parte del cultivo actual se concentra en la comarca de la Costera y la Canal de Navarrés, destacando la localidad de Xàtiva, que mantiene 160 hectáreas, con un leve crecimiento respecto a los años anteriores.
Cambio de variedades por el impacto del cambio climático
Históricamente, los productores han apostado por la variedad autóctona Camallarga, pero en los últimos años se han visto obligados a modificar su estrategia debido a los efectos del cambio climático. Esta variedad ha experimentado problemas como resequedad del bulbo, reducción del calibre habitual y aparición de manchas amarillas en las hojas, causadas por el exceso de calor y la proliferación de hongos.
Ante esta situación, los productores han comenzado a probar una nueva variedad procedente de Castilla-La Mancha, que presenta una mejor conservación en la venta de proximidad, aunque han detectado que no es ideal para su envío a largas distancias.
Cuarta campaña consecutiva con problemas
El sector del ajo tierno enfrenta su cuarta campaña consecutiva con dificultades, agravadas por factores como:
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Aumento de los costes de producción.
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Daños provocados por la fauna salvaje, especialmente jabalíes.
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Dificultades de comercialización, al tratarse de un producto perecedero y de carácter artesanal.
LA UNIÓ apuesta por la proximidad y el consumo local
Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, tras visitar una plantación de ajo tierno en Xàtiva y degustar una tortilla elaborada con este producto en un bar local, destacó que “el cultivo del ajo tierno requiere un trabajo artesanal y profesional que debe ser reconocido y valorado”.
Peris resaltó la importancia de consumir productos locales:
“Animo a los consumidores de la Comunitat Valenciana a comprar productos como el ajo tierno de nuestra tierra y otros productos valencianos. Son sinónimo de calidad, proximidad, generan empleo en nuestros pueblos y enriquecen la gastronomía de nuestros bares y restaurantes. Ante lo global, hay que apostar por lo local”.
Propuestas para garantizar el futuro del ajo tierno
Ante este escenario, LA UNIÓ solicitará a la Conselleria de Agricultura que:
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Investigue variedades más adecuadas para el cultivo de ajo tierno y así evitar su desaparición en la Comunitat Valenciana.
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Impulse una campaña de promoción, en colaboración con la localidad de Xàtiva, donde se concentra la mayor parte de la producción.
Este esfuerzo busca garantizar la sostenibilidad del sector y evitar que el ajo tierno desaparezca del mapa de cultivos de la Comunitat Valenciana.