Situación fitosanitaria actual del cultivo de remolacha azucarera en Andalucía

Agronews Castilla y León

24 de febrero de 2023

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Dada la larga duración de las siembras de remolacha azucarera en Andalucía, señalan desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de aquella región, es habitual que haya una diferencia fenológica importante, entre aquellas más tempranas y las más tardías. Los estados fenológicos dominantes esta semana van del “BBCH:18” (8 hojas desplegadas) al “BBCH:31-33” (10-30% suelo cubierto) tanto en la provincia de Cádiz como en la de Sevilla. Las últimas siembras están aún en “BBCH:10-11” (Cotiledones) en Sevilla y “BBCH: 09” (Emergencia) en Cádiz. Las parcelas más adelantadas sembradas entre octubre y noviembre se encuentran en “BBCH:36-39” (61-90% suelo cubierto). En Sevilla, debido al retraso de la siembra este año, el cultivo presenta una fenología más atrasada en comparación con otras campañas por estas fechas, especialmente en parcelas de riego en las que la fecha de siembra fue más tardía de lo habitual.

La incidencia de plagas y enfermedades en estos momentos es baja en ambas provincias, no se supera umbrales y no se realiza control fitosanitario por lo general. No obstante, en las parcelas más adelantadas fenológicamente (siembras tempranas) la aparición de cásida (Cassida vittata) suele ser más temprana, y la presencia de adultos más elevada, observándose posteriormente las puestas y a continuación larvas. Por ello, se recomienda prestar atención en los próximos días según evolucionen las temperaturas, ya que un ascenso térmico puede favorecer una subida rápida de las poblaciones. A lo largo de los meses de febrero y marzo es cuando suele registrarse la subida de las poblaciones.

Se trata de una plaga endémica del Sur de España. Los adultos hacen las puestas, en huevos aislados o de dos en dos, sobre todo por el envés y el peciolo de las hojas. Mide entre 5 y 7 mm y es de color verde claro, con dos bandas longitudinales sobre los élitros de color verde metálico. Las larvas tienen forma oval y aplastada y son de color verde. Tanto los adultos como las larvas se alimentan del parenquima foliar, formando agujeros en las hojas, produciendo un daño de aspecto típico de “perdigonado”, dejando la hoja reducida, en los casos más extremos, a las nerviaduras. En el caso de los adultos, estos agujeros son grandes e irregulares. Con poblaciones altas y ataques tempranos se produce una grave pérdida de superficie foliar, en consecuencia, la raíz de la remolacha se desarrolla escasamente, perdiendo peso y grado en azúcar.

En estos momentos se observan adultos de cásida en el 28% de las parcelas muestreadas en Sevilla, siendo la media provincial de 2 adultos/U.M y en el 47% con una media provincial de 3 adultos/UM (1,7 la semana pasada) en la provincia de Cádiz. Tan solo se observan las primeras puestas, de forma incipiente. En Sevilla, en algunas parcelas puntuales, más adelantadas fenológicamente, se ha realizado control químico, y se observará su evolución en las próximas semanas, y en el resto de las parcelas aún no hay incidencia de esta plaga.

Se recuerda que, a nivel de parcela, el umbral de tratamiento que marca el Reglamento Específico de Producción Integrada de este cultivo, es de 100 adultos/UM y 50 huevos+larvas/UM.

Para planificar una adecuada estrategia de control, se recomienda vigilar la evolución de esta plaga, muestreando semanalmente para determinar en cada parcela, los niveles de adultos, y los de huevos+larvas cuando vayan apareciendo.



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