Silvia Clemente presenta un acuerdo de Iberaval, las Cajas Rurales de Castilla y León y la Junta que busca facilitar la financiación de los emprendedores en el medio rural

José Ignacio Falces

29 de abril de 2015

img 6126 copiar

La sede de la Consejería de Agricultura y Ganadería ha sido el lugar en el que Iberaval, las Cajas Rurales y la Junta de Castilla y León han rubricado un acuerdo que tiene por objeto tratar de facilitar la financiación a todos aquellos que hayan decidido emprender una actividad económica en el medio rural.

Silvia Clemente, consejera de Agricultura y Ganadería, ha señalado como, en las recientemente finalizadas jornadas Agrohorizonte 2020, «el acceso a la financiación era uno de los principales problemas a los que tienen que hacer frente quienes deciden emprender en estas zonas, destacando como, gracias a este acuerdo, esta situación se va a aliviar pues la única garantía que tiene que presentar quién solicita este tipo de créditos es la viabilidad de sus proyecto, algo que no sucedía hasta la fecha, dificultando, por ejemplo, la incorporación de muchos jóvenes a la actividad agraria».

«Esta es la primera que Agricultura llega a un acuerdo de este tipo, pues hasta la fecha se tramitaban a través de Economía, aseguró la máxima responsable del sector primario castellanoleones, alcanzando en esa primera convocatoria 3,3 millones de euros que ahora se amplían en otro millón más con lo que se podrá facilitar préstamos por valor de cuatro millones». «Todas estas operaciones se llevarán a cabo, desde hoy mismo, confirmó Clemente, a través de ADE Rural del que forma parte la Consejería de Economía que será la encargada del asesoramiento técnico y de la tutorización de proyecto, mientras que Agricultura abre las puertas de sus 52 Secciones Agrarias Comarcales para canalizar la información»

Por su parte, Pedro Pisonero, Director General de Iberaval, ha presentado la «parte técnica» del acuerdo señalando que tiene por objeto la financiación de proyectos de emprendimiento en ámbitos rurales, en localidades de menos de 20.000 habitantes. «Se articula a través de microcréditos que podrían llegar a los 50.000 euros, a devolver en un plazo de 8 años, y prestamos a empresas que podrían alcanzar los 150.000 euros con un plazo para retornarlos de 10 años, existiendo la posibilidad en ambos casos de que exista una carencia de dos años».

«Nuestro objetivo es que ningún proyecto en estas zonas se quede sin financiación si demuestra su viabilidad». «El convenio de Iberaval y las Cajas Rurales permite reducir los costes de financiación en 0,75 punto porcentuales en el caso de los microcréditos y en 0,25 en el caso de los préstamos más cuantiosos, condiciones que hace que, por ejemplo, las condiciones de un microcrédito podrían ser de Euribor más 2,25«.

Cipriano García de Caja Rural de Zamora ha destacado la importancia de este acuerdo que «va más allá de unas condiciones económicas o financieras pues lo que realmente evidencia es la implicación de las Cajas Rurales como esas zonas, con la agricultura, la ganadería, la agroindustria… y el conjunto del medio rural, de nuestros pueblos»



Share This